MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de las 3 horas de la madrugada comenzaron a "sonar todos los porteros" del número dos de la calle San Clemente de Leganés. Al principio los vecinos pensaron que se trataba de algún bromista pero el miedo les hizo reaccionar rápido, ya que los bomberos les avisaron de que una de las viviendas del bajo se estaba quemando y el humo se extendía por todo el inmueble rápidamente.
"A las 2.30 horas han tocado todos los porteros. Al principio no hicimos mucho caso, pero ya nos tocaron la puerta y cuando abrió mi marido, nos entró todo el humo", relató Susana, a la vez que describió la escena de pánico entre los vecinos, algunos de ellos asomados con lo puesto a las terrazas.
Éste fue el caso de Diego que, todavía con pantuflas, acababa de volver a primera hora de la mañana del hospital después de resultar intoxicado. "Me han sacado con lo puesto, no tengo ni reloj, ni teléfono, ni nada", se lamentó, mientras recordaba que lo primero que le obligaron a hacer fue arrinconarse en la terraza.
Justo en ese momento, intoxicado por el humo, los equipos de rescate le han subido un equipo de respiración y "automáticamente" le han evacuado hasta una ambulancia que le ha llevado al hospital de Getafe.
El piso incendiado, un bajo que ha quedado arrasado por las llamas, estaba totalmente ennegrecido y de los muebles sólo quedaban algunos restos. De hecho, la verja del salón que daba a la calle ni siquiera estaba, ya que, según Susana, "se cayó por la temperatura".
Además, los propios vecinos resaltaron que "todo está negro", hasta el cuarto piso, donde se podía ver a lo largo de toda la escalera restos del humo y alguna que otra cosa quemada.
