Vecinos se quejan del abandono de la calle Mequinenza tras la paralización de las obras del Parque Olímpico

Uno de los carteles de la calle Mequinenza
EP
Actualizado: martes, 23 noviembre 2010 12:06

Aseguran que la calle se llena de barro cuando llueve, que hay accidentes por la falta de pasos de cebra y de la carencia de plazas de aparcamiento

MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los vecinos de la calle Mequinenza, en el barrio madrileño de Canillejas, en San Blas, se quejan de que el abandono de las obras del Parque Olímpico Sector Oeste por parte del Ayuntamiento ha dejado la zona completamente levantada, con lo que la vía se llena de barro cuando llueve, hay accidentes de tráfico por la falta de pasos de cebra y hay escasez de plazas de aparcamiento, entre otras cosas.

Un portavoz de los afectados, José Daniel López García, ha explicado este martes que los problemas se remontan a hace tres años, cuando el Consistorio comenzó las obras de construcción del Sector Oeste del Parque Olímpico, de cara a una eventual celebración de los Juegos en 2016.

"Durante los primeros meses, la maquinaria pesada invadió nuestra calle y llenó las casas de ruidos y tierra, acabando con más de 200 árboles de más de 20 años que habían sido plantados y cuidados por los vecinos. Ningún ejemplar ha sido reemplazado, ni siquiera por una flor; sólo hay tierra o barro, cardos y malas hierbas", ha explicado López García.

Sin embargo, las cosas empeoraron aún más cuando el Consistorio paralizó las obras del Centro Acuático tras perder la convocatoria de los Juegos Olímpicos. A partir de ese momento, el Ayuntamiento colocó unas planchas de madera para salvar los obstáculos en la acera que habían dejado las obras, tablas que "son muy resbaladizas".

Este cierre precario, unido a que "las alcantarillas están mal situadas, por encima del nivel del asfalto", hacen que la calle "se llene de barro y charcos" cada vez que llueve. Además, se sustituyeron los contenedores de basura "por otros individuales que no caben en los portales", se han reducido "de manera ostensible" las plazas de aparcamiento y hay problemas de movilidad, según denuncian los afectados.

PROBLEMAS DE MOVILIDAD

Por ejemplo, no se puede parar el coche entre los números 12 y 22, por lo que los vecinos que viven en dicho tramo de la calle deben "trasladar todo tipo de objetos pesados desde bastante distancia". Además, no hay pintado ningún paso de cebra, lo que según el portavoz vecinal ya ha causado "accidentes entre coches y peatones o bicicletas".

Porque, junto a todo esto, el Consistorio ha desviado el Anillo Verde Ciclista por esta zona de forma provisional, "sin tener en cuenta que es peligroso circular por el asfalto de un carril bici lleno de obstáculos", lo que hace que muchos ciclistas prefieran circular por la calzada.

Asimismo, el Gobierno municipal no ha retirado aún las señales de tráfico de las obras de la conexión de la calle Alcalá con la avenida de Logroño "a pesar de que el enlace se inauguró hace un año", lo que provoca "confusión a muchos automovilistas".

"Estamos hartos de unas obras mal planificadas e incomprensiblemente inacabadas", se quejan los vecinos, que han puesto en marcha un blog para expresar sus quejas y para reclamar "los servicios que había antes" en el barrio.

Y es que, según los afectados, las cosas no tienen porqué ser así. "Hay alternativas de solución, pero quienes gobiernan no nos quieren escuchar", aseguran. Por ello, el Grupo Municipal Socialista llevará este asunto al Pleno municipal de noviembre.

"Pedimos el arreglo inmediato de los desperfectos que tiene la calle y un plan de movilidad acorde", reclama López, para quien se debe dar una solución a estos problemas de forma "inmediata", sobre todo "después de conocer que el Ayuntamiento tiene previsto transformarla en una vía de dirección única con acceso a la A-2 y a la M-40 a través de una glorieta que está hoy en construcción, lo que generará un incremento de la contaminación acústica y atmosférica del barrio".

Mientras tanto, los vecinos han llenado la calle de medio centenar de pancartas que adornan ventanas y balcones para reclamar una solución a sus problemas.