Los vecinos de la "única calle legal" de la Cañada Real denuncian su "aislamiento"

Actualizado: martes, 13 mayo 2008 13:31

 

   MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -

   Los vecinos de la calle Francisco Álvarez, la "única legal" de la Cañada Real, denunciaron el "aislamiento" que sufren desde que se reubicaron allí los habitantes de Las Barranquillas en una calle sin alumbrado público o alcantarillas por la que los basureros, ambulancias o taxistas no entran sin escolta policial. Además, a partir de hoy, los camiones de basura se desviarán por una carretera que les llevará directamente a la incineradora y la zona de desescombro.

   Los vecinos, que quieren mantener el anonimato por temor a ser identificados, compraron una casa en la calle hace unos 10 años encantados por su ambiente de "pueblecito", repleto de vecinos de Vallecas que aprovechaban los fines de semana en su "pequeño huerto". Sin embargo, cuando se desmanteló el poblado chabolista de Las Barranquillas, toda aquella tranquilidad se convirtió en inseguridad.

   Desde hace casi un año, María tuvo que "coger las maletas" y poner su casa en venta, que no ha conseguido colocar ni por menos dinero del que la compró, porque su hijo asustado se encontró "con dos yonquis muertos en la puerta", recordó mientras mostraba las solicitudes sin respuesta que ha presentado en el Ayuntamiento de Vallecas Villa para encontrarse con el concejal de urbanismo.

   En los últimos tiempos, el camión de recogida de basura pasaba con escolta policial, pero a partir de mañana, con la inauguración de una nueva carretera, dejarán de pasar por la calle Francisco Álvarez. "Los camiones de basura venían con protección y ahora nos los van a quitar, entonces no tendremos protección alguna sin policía", se lamentó.

   NINGÚN TAXISTA ENTRA Y LAS AMBULANCIAS, "CON ESCOLTA"

   Otro de los vecinos, Juan, subrayó que hace unos días, cuando tuvo que llevárselo una ambulancia tan sólo entró con escolta policial y, cuando le dieron el alta, en el hospital Gregorio Marañón, los taxistas se negaban a llevarle "porque se encuentran desprotegidos y tienen miedo", destacó mientras mostraba las huellas de su operación en el pecho.

   Otra de las vecinas, recordó desde el umbral de su puerta que "un vecino se murió en su casa y -la ambulancia y emergencias- tardaron casi una hora en venir a llevárselo porque sin policía no venían". "Yo venía de Carabanchel Alto porque era un barrio tranquilo, como si fuera un pueblecito y ahora no hay quien pase por aquí", opinó.

   En plena calle de Francisco Álvarez se puede ver basura esparcida por el suelo y coches destrozados, personas que se drogan en las esquinas, coches que paran unos segundos y siguen su camino, un coche de policía que se para vigilar y unas 30 casas bajas que, aunque en plena Cañada Real, pertenecen a Vallecas Villa.

   "Esto es una casa, pero yo quiero un lugar donde mis hijas puedan vivir sin miedo a salir a la calle porque no puedo venir con escolta porque tengo derecho a mi libertad, tengo una casa, pero no un hogar", concluyó María.