MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El 69% de los coches nuevos matriculados en España en el primer semestre del año disponía de programa electrónico de estabilidad (ESP) como parte de su equipamiento de serie, lo que representa cuatro puntos porcentuales más que en el mismo período de 2008.
Según los datos del fabricante alemán de componentes para automóviles Bosch, el crecimiento registrado en España está por encima del de la media de la Unión Europea, que fue de tres puntos, al pasar del 55% al 58%.
Mientras países como España, Italia o Gran Bretaña registraron aumentos significativos de esta cuota, otros como Alemania o Francia experimentaron un retroceso, como consecuencia de orientación de la demanda hacia coches pequeños, que cuenta con menor equipamiento de seguridad.
En España, dentro del segmento A, que comprende coches pequeños y urbanos, la cuota de penetración del ESP aumentó cuatro puntos, gracias principalmente al crecimiento de las matriculaciones del modelo Smart. Por su parte, en el segmento B (utilitarios), la cuota aumentó en 12 puntos, por la estandarización del ESP en el Seat Ibiza.
Bosch espera que las cuotas de instalación de ESP en España sigan creciendo, pese a la tendencia a demandar coches más pequeños, ya que fabricantes como Peugeot o Volkswagen han apostado por instalar este sistema de serie en vehículos utilitarios como el 207 o el Polo.
La normativa de la UE hace obligatorio el ESP para todos los vehículos nuevos que se introduzcan en el mercado a partir de 2011 y para todos los vehículos de nueva matriculación desde noviembre del año 2014.
