Actualizado 25/06/2007 21:02

Economía/Motor.- Acea pide el apoyo de España contra la propuesta de Bruselas sobre reducción de emisiones de CO2

MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea), Ivan Hodac, pidió hoy el apoyo del Gobierno español para la industria automovilística, que se opone a los planes de Bruselas para limitar las emisiones de CO2 de los motores de los coches a 120 gramos por kilómetro en 2012.

Hodac, que realizó estas declaraciones en un encuentro con los medios, tiene previsto reunirse mañana con el director general de desarrollo industrial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, Jesús Candil, y con el secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo González Aizpiri.

Para el responsable de Acea, países como España, que cuentan con una industria automovilística importante, deben apoyar al sector en su posición contraria a los planteamientos de la Comisión Europea. "Soy consciente de de la posición de España y me reuniré con miembros de la Administración para hacerles ver lo importante del tema y para pedir su apoyo en un proceso que será largo", indicó.

En este sentido, Hodac indicó que a la industria automovilística europea le gustaría tener un apoyo más activo de Gobiernos como el español, ya que, en su opinión, España tiene un papel menos importante de lo que le correspondería en función de la importancia del sector de automoción en el país.

Hodac calificó de "utópica e irrealizable" la propuesta de Bruselas para reducir las emisiones de CO2 de los motores por debajo de 120 gramos de CO2 por kilómetro en 2012, y añadió que como muy pronto estas normas podrían entrar en vigor en 2015.

Así, argumentó que, dados los ciclos de producción en la automoción, es imposible cumplir los requisitos que plantea el Ejecutivo comunitario, y recordó que en Japón la industria conoció en 2006 que en 2015 debía reducir las emisiones de CO2 a 136 gramos por kilómetro, con nueve años para cumplir la norma, y no con apenas tres como será previsiblemente el caso de Europa, una vez aprobada la legislación.

"O los legisladores son incompetentes, o se están riendo de nosotros o quieren expulsar a la industria automovilística de Europa", subrayó Hodac, quien apostó por una estrategia integrada en la que para reducir las emisiones de dióxido de carbono se tengan en cuenta factores como las infraestructuras, el comportamiento al volante, la gestión del tráfico, los carburantes o la fiscalidad.

Sobre este último punto, apostó por relacionar los impuestos con las emisiones de CO2 y armonizar la fiscalidad sobre el automóvil en toda la Unión Europea. "No tenemos nada en contra de la legislación, sino contra el establecimiento de condiciones irrealizables que dañan la competitividad de un sector tan importante como el automóvil en Europa", zanjó.