Actualizado 12/12/2008 19:00

Economía/Motor.- La Casa Blanca estudia destinar parte del plan de rescate financiero para salvar al automóvil

Obama dice estar "decepcionado" por la negativa del Senado pero vuelve a pedir a los fabricantes una reestructuración "a largo plazo"

NUEVA YORK, 12 Dic. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Emilio López Romero) -

La Casa Blanca estudia destinar parte de los 700.000 millones del plan de rescate de los bancos y Wall Street aprobados en septiembre pasado para salvar al sector del automóvil, que atraviesa una de las crisis más graves de su historia, después de que anoche el Senado rechazara aprobar un paquete de 14.000 millones de dólares para ayudar a los principales fabricantes del país.

"Ante la actual situación de debilidad de nuestra economía, consideremos otras opciones si fueran necesarias, incluido el uso de los fondos del Programa de Alivio de Activos con Problemas (TARP, por sus siglas en inglés), para prevenir el colapso de la industria automotriz", afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, en un comunicado de prensa.

Para la Administración Bush, una "quiebra precipitada" de los Tres Grandes de Detroit -como se conoce a General Motors, Chrysler y Ford- tendría un impacto "severo" en la economía estadounidense. "Sería irresponsable no hacer nada y desestabilizar nuestra economía en estos momentos", añadió Perino, que precisó que el presidente, George W. Bush, se ha reunido con sus asesores para estudiar opciones.

Las declaraciones de Perino suponen un giro en la posición de la Casa Blanca respecto a las posibles soluciones para hacer frente a la crisis del sector del automóvil ya que hasta ahora se había mostrado contraria a utilizar parte de los fondos del plan de rescate financiero para ayudar a los grandes fabricantes de Detroit.

EL TESORO, "PREPARADO".

El Departamento del Tesoro, que controla el TARP, aseguró por su parte estar "preparado" para prevenir un colapso "inminente" del sector del automóvil hasta que el Congreso logre sacar adelante una legislación que permita a la industria ser viable a largo plazo, tras la negativa del Senado de aprobar el plan de rescate que ya contaba con los votos favorables de la Cámara de Representantes.

Por su parte, el presidente electo, Barack Obama, mostró hoy su "decepción" por la negativa del Senado de aprobar el plan de rescate, e hizo un llamamiento al Congreso y a la Casa Blanca para que encuentren la mejor manera de ayudar al sector de forma temporal, a la vez que pidió a los fabricantes una reestructuración "a largo plazo".

General Motors ha dicho que necesita 4.000 millones de dólares para continuar con sus operaciones antes de que acabe el año, y al menos otros 6.000 millones de dólares en los primeros tres meses de 2009, mientras que Chrysler necesita otros 4.000 millones. Por su parte, Ford parece no necesitar de momento acogerse a un plan de rescate, pero su situación también es preocupante.