Actualizado 18/12/2008 19:40

Economía/Motor.-La Casa Blanca no descarta una quiebra controlada de los fabricantes para salvar al sector del automóvil

NUEVA YORK, 18 Dic. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Emilio López Romero) -

La Casa Blanca no descarta la posibilidad de permitir una quiebra controlada de los grandes fabricantes de coches de Estados Unidos para evitar un "colapso caótico" del sector automovilístico, que atraviesa una de las más graves crisis de su historia, aunque Washington todavía no se ha decantado por ninguna solución y espera anunciar pronto su decisión.

Así lo aseguró hoy en rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, quien explicó que el presidente, George W. Bush, no va a permitir un "colapso caótico" de ninguno de los Tres Grandes de Detroit -como se conoce a General Motors, Chrysler y Ford- y que cada vez está "más cerca" la decisión del Gobierno sobre si aprueba ayudas para el sector provenientes del plan de rescate de Wall Street.

"Existe una manera de que la bancarrota se haga de forma más ordenada que supondría un impacto más suave. Esa sería una de las opciones sobre la mesa, aunque no estoy diciendo necesariamente que eso sea lo que finalmente se anuncie", afirmó Perino, quien subrayó que la Casa Blanca está dispuesta a ayudar al sector tras el fracaso del plan de rescate en el Congreso.

Por su parte, Bush reconoció hoy durante su intervención en un 'think tank' conservador de Washington que todavía no ha tomado una decisión sobre un posible plan de ayudas al sector, aunque coincidió con Perino en que quizá la salida puede ser una quiebra de alguna de las empresas que esté controlada por el Gobierno federal.

"En circunstancias normales, no hay duda de que una quiebra sería la mejor solución (...) pero éstas no son circunstancias normales, ese es el problema", indicó Bush, quien recordó que la situación del sector es "muy frágil" y mostró su preocupación por el "impacto psicológico" que tendría para los mercados que una de estas empresas fuera a la bancarrota

Precisamente ayer Chrysler anunció que suspenderá temporalmente la fabricación en todas sus plantas a partir del 19 de diciembre y durante un mes debido a la crisis crediticia y a la caída de las ventas, decisión que ha comunicado la propia empresa a sus empleados, proveedores y a la unión de trabajadores del sector del automóvil.

Perino, que dijo que tendrán en cuenta lo anunciado por Chrysler, indicó que el Gobierno todavía está procesando la información que les llega de los fabricantes para decidir qué tipo de ayuda pueden recibir, pero sí fue tajante al reiterar que Bush no permitirá un colapso del sector. "Esa no es una opción. Estamos cerca de una decisión, pero de momento no puedo anunciar nada más", añadió.