PARIS, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro francés, François Fillon, anunció hoy un "esfuerzo masivo" del Estado a favor del sector del automóvil que podría ser del orden de 5.000 ó 6.000 millones de euros, pero dejó claro que, como contrapartida, los constructores deberán asumir "determinados compromisos".
"Nuestro esfuerzo a favor de los constructores será masivo. Hablamos de sumas del orden de 5.000 ó 6.000 millones de euros", aseguró el primer ministro galo durante su intervención en los 'Estados Generales del Automóvil', foro organizado por el Ministerio de Economía para analizar la crisis en el sector.
"Por lo tanto --agregó-- esperamos en contrapartida que los compromisos sean ejemplares, tanto sobre el volumen de producción en Francia como en relación a la cadena de subcontratas". En la misma línea, incidió en que "está fuera de cuestión que el Estado acuda en ayuda de un constructor que decida pura y simplemente cerrar fábricas en Francia".
"Francia no abandonará a su industria del automóvil, pero esta industria debe a cambio mostrar una gran responsabilidad", insistió Fillon, que también lanzó una advertencia a los bancos para que desbloqueen el crédito y contribuyan al relanzamiento del sector automovilístico.
"Francamente, no vamos a esperar todavía tres meses para ver si este sistema se desbloquea", alertó. Fillon pidió por tanto al sistema bancario que financie con tipos de interés "normales" y en volúmenes que correspondan a las "necesidades" de la industria.
URGENCIA.
También confió en que la Comisión Europea se pronuncie sobre el plan de apoyo nacional para el sector del automóvil, pero igualmente advirtió de que Francia "no va a esperar tres meses".
"No vamos a reproducir lo que pasó con el plan de financiación de los bancos. Cuando hay un incendio, cuando hay una urgencia hay que reaccionar y hay un momento en el que la doctrina es muy interesante pero la doctrina no permite salvar al enfermo", dijo. Para el primer ministro, se necesita dar "una respuesta masiva".
"Nuestro desafío no es sólo limitar el impacto de la crisis sino dar un futuro al sector", resumió Fillon, que apostó también por cambios en el seno del propio sector. En su opinión, la estrategia de los constructores basada en el bajo coste "no es sostenible" y el beneficio a corto plazo "no es compatible con la competitividad a largo plazo".
