BARCELONA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La plantilla de Nissan en Barcelona intensificará su rechazo al ERE anunciado por la compañía con una manifestación el próximo miércoles a las puertas del Parlament para exigir que se escuche su reivindicación y no se acepte un expediente que amenaza 1.680 empleos. Nissan explicó hoy, tras un reunión con la Administración, que prevé presentar el expediente la próxima semana.
Según explicaron los sindicatos a Europa Press, la movilización saldrá desde la sede de Correos de Barcelona (al pie de Via Laietana) y se desplazará hasta el Parlament coincidiendo con la celebración del pleno. "El objetivo es hacer ruido y el lugar lo hemos escogido porque representa la soberanía popular", aseguró el portavoz del comité de Sigem-Usoc, Pedro Ayllón.
Además de esta movilización, los trabajadores también se manifestarán frente a la factoría de Zona Franca el lunes y el martes, con manifestaciones que cortarán la Ronda Litoral, y prevén acordar a finales de semana el calendario para los siguientes siete días como muestra de la intensificación de la "contundencia" en las acciones contra el expediente, tal y como avanzó hoy el portavoz CC.OO. de Catalunya en la empresa, Javier Pacheco, tras la reunión con la consellera de Trabajo, Mar Serna.
El encuentro de hoy culminó con posiciones muy alejadas entre la dirección de Nissan y la representación de los trabajadores. Los primeros insistieron en que la reducción de 1.680 personas de la plantilla es "necesaria" y fijaron la semana que viene para formalizar la presentación del ERE ante la Administración, mientras que el comité aseguró sentirse "estafado" y exigió al Gobierno catalán que abandone "la tibieza" y se posicione a favor de la plantilla.
Los representantes de los trabajadores lamentaron la "firmeza" de Nissan con el expediente y el plan industrial, y aseguraron que el coche eléctrico es una medida "a medio o largo plazo que no soluciona la situación coyuntural actual".
Las tres jornadas de movilizaciones planteadas para la próxima semana coinciden con tres días de paro productivo previstos por la multinacional nipona en las factorías catalanas.
