Actualizado 27/12/2006 12:02

Economía/Motor.- El presidente de Toyota y el consejero delegado de Ford se reunieron la semana pasada en Tokio

TOKIO, 27 Dic. (EP/AP) -

El presidente del consorcio japonés Toyota, Fujio Cho, y el consejero delegado de Ford, Allan Mullally, mantuvieron una reunión la pasada semana en Tokio, informó hoy una portavoz de la firma nipona, Yasue Kato.

Kato reconoció que los dirigentes de ambas compañías mantuvieron una reunión en la capital japonesa la pasada semana, aunque no quiso informar sobre los temas que se trataron durante el encuentro. Al mismo tiempo, indicó que su compañía, segundo fabricante mundial de automóviles, "mantiene regularmente encuentros con otros fabricantes de coches siempre que se presenta la oportunidad".

Por su parte, el portavoz de la firma estadounidense, Tom Hoyt, aseguró que su empresa, tercer fabricante mundial de coches, también mantiene reuniones "regulares" con otras compañías automovilísticas para conversar "sobre diferentes temas de interés mutuo". Hoyt tampoco quiso indicar los temas tratados durante la reunión.

La confirmación de este encuentro por parte de las dos empresas se ha producido tras la aparición de un artículo en el diario 'The Wall Street Journal' en el que se hacía alusión a una posible reunión entre el consejero delegado de Ford y el presidente de Toyota.

La pasada semana Toyota anunció sus previsiones de ventas para 2007, que se sitúan en 9,34 millones de vehículos en todo el mundo, lo que supondría superar en un 6% las cifras previstas para el presente ejercicio y podría llevar a la empresa a sobrepasar a General Motors como primer fabricante de coches en todo el mundo.

Toyota tiene previsto producir 9,42 millones de vehículos de sus marcas Toyota, Hino y Daihatsu durante el próximo año 2007, lo que representaría un aumento del 4% al compararlo con las cifras con las que la compañía tiene previsto cerrar el año.

Por su parte, Ford está inmerso en un programa de reestructuración denominado 'Way Forward' con el objetivo de recuperar la rentabilidad en Norteamérica. El plan de ajuste contempla la supresión de 44.000 puestos de trabajo y el cierre de 16 instalaciones.