Actualizado 04/01/2008 12:40

Economía/Motor.- Toyota desbanca a Ford como segunda compañía automovilística más vendida en EEUU en 2007

DETROIT (ESTADOS UNIDOS), 4 Ene. (EUROPA PRESS) -

El consorcio automovilístico japonés Toyota desbancó a Ford como segunda compañía con mayor volumen de ventas de automóviles en Estados Unidos durante 2007, al comercializar 2,62 millones de unidades frente a los 2,57 millones de vehículos entregados por la firma del óvalo.

La firma asiática se sitúa como segundo mayor fabricante de automóviles en el principal mercado mundial, al entregar 2,62 millones de vehículos el pasado año, lo que representa un incremento del 3,1% en comparación con los 2,54 millones de unidades entregadas en 2006.

Por su parte, la compañía que preside William Clay Ford ha visto como se redujeron sus ventas en Estados Unidos en 2007. Así, Ford comercializó 2,57 millones de vehículos en este país en 2007, un 11,9% menos que el año anterior, lo que le sitúa en la tercera posición, por detrás de General Motors y Toyota.

General Motors mantiene su posición al frente de su mercado local en 2007, al alcanzar un volumen de ventas de 3,87 millones de vehículos, lo que se traduce en un retroceso del 6% respecto a las cifras registradas el ejercicio anterior.

El tercero de los principales fabricantes estadounidenses de automóviles, Chrysler, comercializó 2,07 millones de automóviles en Estados Unidos entre enero y diciembre de 2007, lo que representa una caída del 3% en comparación con 2006.

UN MERCADO DEBIL.

La reducción de las ventas de los tres principales consorcios automovilísticos del país --General Motors, Ford y Chrysler-- durante 2007 se ha producido en un entorno comercial de debilidad, como se refleja en la caída del 2,5% experimentada por el mercado automovilístico estadounidense el año pasado, con 16,1 millones de unidades comercializadas, la cifra más baja de los últimos nueve años.

En diciembre, las matriculaciones de automóviles en este país alcanzaron 1,38 millones de unidades, lo que supone un descenso del 2,9% frente a los 1,43 millones de unidades comercializadas en 2006.

Analistas de mercado indicaron que esta debilidad del mercado automovilístico estadounidense se ha producido por la mala situación de la economía del país, por las "tensas condiciones crediticias" y por la fuerte subida del precio del combustible, lo que ha generado incertidumbre entre los consumidores y ha disminuido la demanda.

En este sentido, señalaron que las previsiones para el próximo año reflejan una continuidad de esta situación, por lo que las marcas tendrán que tomar medidas para luchar contra esa baja demanda de productos, mediante la aplicación de descuentos e incentivos de compra, que repercuten sobre su rentabilidad.