El sindicato cree que el Plan Prever es ahora más necesario incluso que cuando entró en vigor
MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El sindicato UGT considera que los fabricantes de automóviles que no deben utilizar los compromisos que tendrán que afrontar en materia de reducción de emisiones contaminantes para efectuar ajustes de empleo.
"La reducción de contaminantes no puede ser la excusa de las empresas para reducir empleo ni inversión en I+D+i", indica el responsable de Automoción de MCA-UGT, Rogelio Mena, en un documento interno del sindicato, al que tuvo acceso Europa Press.
La Comisión Europea pretende limitar por ley las emisiones de CO2 de los automóviles a menos de 120 gramos por kilómetro a partir del año 2012. Además, el Ejecutivo comunitario plantea imponer un sistema de penalización para las marcas que superen este límite, con sanciones cuantiosas que, según las empresas, harían peligrar la competitividad de la industria europea.
En este sentido, Rogelio Mena subraya que el incremento del coste de cada vehículo para satisfacer los requerimientos medioambientales no debe mermar la competitividad de la industria europea respecto a fabricantes de otros países, cuyos vehículos deber cumplir con la misma reducción de emisiones y, en su defecto, soportar las medidas arancelarias oportunas.
NECESIDAD DE PLAN PREVER.
Por otra parte, UGT cree que el Plan Prever para el rejuvenecimiento del parque automovilístico fue necesario en su momento para revitalizar el sector, y agrega que hoy "es más necesario si cabe".
Tras destacar la aportación del programa al respeto al medio ambiente, puesto que cien vehículos nuevos contaminan como uno fabricado en los años setenta, Mena hace hincapié en los aspectos de producción y de empleo.
"Incentivar el cambio de vehículo antiguo por otro nuevo constituye un importante estímulo para la producción de automóviles y el mantenimiento y la creación de puestos de trabajo", prosigue el responsable ugetista.
Además, Mena recuerda que el parque de automóviles español cuenta con un número excesivo de vehículos viejos y que, según los propios fabricantes, alrededor de cinco millones de vehículos (el 23% del parque) no cumple ninguna norma medioambiental.
