Actualmente ensaya otras tecnologías en limonero fino de las que se esperan reducciones del agua de riego por encima del 50 por ciento

MURCIA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Agricultura y Agua, a través de las investigaciones del departamento de Citricultura del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida), consiguió reducir casi el 30 por ciento del agua necesaria para el riego de cultivos como el naranjo y el limonero, un porcentaje que fue algo menor en pomelo y mandarino.

Asimismo, el Imida ensaya actualmente otras tecnologías en limonero fino, tales como el riego parcial de raíces y el riego subterráneo, de las que se esperan reducciones del agua de riego por encima del 50 por ciento, según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

Según el director del Imida, Adrián Martínez, el agua "es el principal factor limitante de la productividad en el cultivo de los cítricos", y apuntó que "la delicada situación de escasez de recursos hídricos que afecta a la Región se agrava por la irregularidad con la que se producen las transferencias de agua desde otras cuencas y por el progresivo agotamiento de los recursos subterráneos, como consecuencia de la sobreexplotación".

Esta situación "hace que el riego de los cítricos en estas zonas dependa, cada vez más, de la coyuntura hidrológica del momento", lo que "acentúa su carácter eventual", apuntó Martínez.

De la misma forma, señaló que "la precaria situación de escasez fuerza, además, a los regantes murcianos a la utilización de aguas de baja calidad, con una elevada concentración de sales solubles, que para el cultivo de los cítricos representa otro decisivo factor limitante de su rendimiento".

Así, el departamento de Citricultura del Imida ensaya diferentes tecnologías que posibilitan un ahorro de agua y que pueden adaptarse a las condiciones edafoclimáticas de la Región, tales como el riego deficitario controlado (RDC), que permite optimizar el uso del agua disponible sin alterar significativamente la producción ni la calidad de los frutos.

Según el director de este proyecto de investigación, Pablo Botía, estas estrategias de riego "deben adecuarse a la sensibilidad del cultivo y al déficit de agua en los diferentes estados fenológicos, ya que el estado de desarrollo del fruto, la duración y la intensidad del estrés hídrico, son determinantes en el efecto sobre el crecimiento, la producción y la calidad final del fruto".

GESTIÓN AUTOMATIZADA DE LOS RIEGOS.

Otro aspecto que este departamento evaluará será la gestión automatizada de los riegos "teniendo en cuenta las necesidades 'in situ' de los cultivos, de acuerdo a parámetros de suelo, la propia planta y la atmósfera, medidos de forma continua", según el comunicado.

Para Botía, esto "permite ajustar y aplicar de manera muy precisa las cantidades de agua de riego, minimizando las pérdidas por percolación", y añadió que "dichos sistemas permiten actuar de forma autónoma sobre la instalación, aplicando y dejando de aplicar el riego en función de diferentes inputs del sistema, como contenido de humedad y potencial mátrico en el perfil del suelo".

Igualmente, el Imida desarrolló una técnica novedosa con resultados "prometedores" como el empleo de termometría infrarroja para la determinación en cítricos del Índice de Estrés Hídrico del Cultivo (CWSI).

Al respecto, Botía determinó que "la medida de diversos parámetros basados en la temperatura foliar ofrece al cultivo de cítricos la posibilidad de controlar de forma rápida, cómoda y fiable el estado hídrico de los mismos".

A partir de estos datos podría establecerse la integración de estas medidas en un sistema para la toma de decisiones en la programación del riego, aunque "antes habría que profundizar en ciertos aspectos todavía en estudio, como la normalización de los índices obtenidos para la caracterización del grado de estrés", explicó.

Asimismo, el departamento de Citricultura del Imida también colaboró recientemente en diversos proyectos en los que, a través de teledetección mediante el análisis de imágenes aéreas y de satélite, se pretende diagnosticar el estado hídrico de los cultivos a nivel global.

Hasta la fecha, para el cultivo de limonero "se han obtenido resultados prometedores, con correlaciones muy estrechas entre diversos parámetros relacionados con el estado hídrico de los cultivos y la información contenida en diferentes bandas que proporcionan las imágenes aéreas", concluyó Botía.