Actualizado 13/03/2009 13:08

Innova.- ANSE entrega a la Comunidad un catálogo de aletas dorsales de calderón, útil para controlar su población

Este estudio constató que la epidemia de morbillivirus del Estrecho en 2006-2007 provocó la muerte de 51 calderones comunes

MURCIA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) de la Región de Murcia entregó recientemente un catálogo de aletas dorsales de calderón común que habitan las aguas de la costa murciana, que son de utilidad "para controlar y realizar análisis de sus poblaciones y, por ejemplo, estudiar la incidencia de la mortalidad por contaminación".

El proyecto comenzó hace años financiado por la Fundación Biodiversidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), la Fundación Loro Parque y CEPSA, y en él participan también el centro de Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (Circe) en el Estrecho de Gibraltar, Alnitak en la costa Almeriense, y EIBE en la costa del Golfo de Vizcaya.

Según informó a Europa Press el investigador de ANSE, Pedro García, la Asociación murciana trabaja, entre otras cosas, en intentar recabar información lo más fiable posible sobre las poblaciones de cetáceos del litoral murciano, como toma de muestras para análisis genético y de contaminantes, así como fotoidentificación.

Esta investigación, que Anse lleva a cabo en su velero en aguas del litoral murciano, especialmente entre Cabo de Palos y Águilas, está culminando ahora con el análisis de las fotos tomadas durante la campaña, y la entrega reciente a la Comunidad Autónoma del catálogo provisional de aletas dorsales de calderón común en la Región.

El objetivo, indicó García es "recabar información y diseñar los objetivos futuros de trabajo que redunden en un mejor conocimiento de estos animales", y señaló que "se realiza coordinadamente con Circe, Alnitak y Eibe, para que el conjunto de la informaciones sea compartida y utilizable por todos los grupos, y así hacer análisis de intercambios entre grupos, y la evolución del tamaño en la zona, entre otras cosas".

García señaló que "no podemos dar información sobre varamientos, porque es un tema que gestiona la Comunidad Autónoma", no obstante, dijo que "hay un problema, y es que si no tienes unos datos básicos de identificación de los grupos, como el catálogo de aletas dorasles, no puedes determinar si hay una mortalidad, su incidencia sobre la población de calderones en una zona geográfica".

"Nosotros no tenemos información suficiente, no sabemos los datos de contaminación, en la Región no se puede calcular ahora mismo, es muy probable que este tipo de sucesos sea recurrente y, a veces, una mortalidad extraordinaria puede causar alarma, pero puede tratarse de un fenómeno natural", matizó.

En este sentido, aclaró que "tal vez, demasiadas veces la gente piensa que es problema de contaminación, a veces pueden ser una población excesivamente grande, problemas de la cadena trófica, por ejemplo. El problema es que tener datos es muy complicados, harían falta estudios que ahora mismo, para superficies grandes".

DATOS DEL ESTRECHO.

Miembros de ANSE de la Región de Murcia, participación en un estudio sobre la epidemia de morbilivirus que asoló el Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar durante el invierno 2006-2007, cuyos resultados demuestran que murieron en total 77 calderones comunes, de los cuales, 26 por causas naturales, y 51 debido a la infección, pero sólo diez animales muertos llegaron a las orillas de Cádiz.

Expertos del centro de Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (CIRCE) han presentado en el Congreso anual de la Sociedad Europea de Cetáceos celebrado en Estambul (Turquía) entre el 1 y el 4 de marzo, las conclusiones sobre esta epidemia de morbilivirus, según fuentes del Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) del Ministerio de Ciencia e Innovación consultadas por Europa Press.

El proyecto para la Conservación del Calderón común en el Mediterráneo desarrollado por CIRCE desde 2007 hasta el verano de 2009 estudió los efectos que causó la epidemia durante el invierno 2006-2007, un periodo en el que se multiplicaron por diez la tasas de varamientos de calderones comunes en localidades como el Estrecho de Gibraltar.

Los científicos analizan hasta donde ha llegado la epidemia a través del estudio genético de las poblaciones de calderón común de la Península Ibérica, resto del Mediterráneo, y aguas del Golfo de Vizcaya, y aguas de Irlanda. El seguimiento de las crías que nacieron posteriormente a la mortandad ha sido también clave para comprobar que éstas no han sufrido bajas durante sus primeros años de vida, y que la población se está recuperando.

No obstante, a pesar de los datos alarmantes, según los científicos, la población se está adaptando a esta mortandad gracias al aumento de la natalidad durante los veranos del 2007 y 2008.

De los 77 cetáceos muertos, sólo diez --el 13 por ciento-- llegaron a las orillas de Cádiz debido "probablemente" a las importantes corrientes del Estrecho, y desde Circe manifestaron la importancia de este tipo de estudios para poder detectar tendencias poblacionales de cetáceos.

"Estos resultados son un gran avance para la conservación de los cetáceos del Estrecho de Gibraltar, y de todo el Mediterráneo. Gracias a este censo, podemos hacer un seguimiento muy fino de la población, y cualquier problema podría ser detectado rápidamente", según explicó el presidente de Circe, Renaud de Stephanis.

Para el investigador, los resultados indican también que este tipo de enfermedades serían totalmente naturales, y que "los animales son capaces de adaptarse a través de sus estrategias de reproducción".

Sin embargo, a pesar de poder adaptarse a problemas de plaga, "los cetáceos se ven sometidos a presiones externas a las que durante los años de evolución no han tenido que enfrentarse, como son los problemas de contaminación, degradación de sus hábitats, problemas de colisiones, o problemas debido a la competición que tienen por sus recursos alimenticios derivados de la sobrepesca", añadió.

El Congreso anual de la Sociedad Europea de Cetáceos donde se ha presentado el proyecto congregó unos 440 expertos en cetáceos de 49 países. Los primeros resultados de esta investigación sobre la mortandad de una población de cetáceos a causa de una enfermedad expuestos por la investigadora Pauline Gauffier recibieron uno de los premios a la mejor presentación del congreso.