Actualizado 15/11/2009 13:25

Innova.- La Arrixaca obtiene resultados "esperanzadores" en el tratamiento de la ELA con células madre

El hospital emplea células madre procedente de la membrana amniótica para el tratamiento de grandes heridas

MURCIA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Unidad de Trasplante y Terapia Celular del hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, que dirige José María Moraleda, ha observado resultados "esperanzadores" a la conclusión de la primera fase de sus ensayos con células madre procedentes de la médula ósea para tratar la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que han conseguido ralentizar en algunos pacientes.

La esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular por la cual las neuronas se desgastan, disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, provocando una parálisis muscular progresiva. Se trata de una enfermedad "con una evolución natural que es terrible, empeorando lentamente, y que no tiene ningún tratamiento disponible", según explicó Moraleda a Europa Press.

Con el fin de combatir la enfermedad, la Unidad de Terapia Celular de la Arrixaca decidió comenzar la investigación del uso de células madre procedentes de médula ósea, como parte de un proyecto "pionero en España y de los primeros de Europa", que prácticamente se encuentra finalizado y que aprobaron, en su momento, las Agencias Española y Europea del Medicamento.

Los investigadores completaron con éxito la primera fase del ensayo, en el que demostraron que las células madre procedentes de médula ósea podían ser útiles en el tratamiento de la enfermedad y que no hacían daño en un modelo animal. Incluso, Moraleda reconoció que observaron "algunos datos esperanzadores, y que algunos animales respondían bien al tratamiento".

El siguiente 'escalón' legal médico que debieron completar los investigadores consistió en la prueba del tratamiento en el ser humano, para demostrar su seguridad y explorar su eficacia. Para ello, seleccionaron a 11 pacientes con la enfermedad, con los que llevaron a cabo un estudio "muy completo en el que participaron muchos centros, como el equipo de neurología del Hospital Morales Meseguer, así como neurocirujanos, cardiólogos y neumólogos de la Arrixaca".

Una vez finalizada esta primera etapa del ensayo clínico, los investigadores de la Unidad de Terapia Celular constataron que el procedimiento "es seguro" y que "no tiene efectos adversos relevantes", lo que Moraleda consideró "un dato importante". Además, observaron "algún resultado esperanzador en algunos pacientes en cuanto a ralentización de la progresión de la enfermedad", matizó.

Se trata de un ensayo prácticamente acabado cuyos resultados van a ser publicados en breve, según Moraleda, quien insistió que el tratamiento "parece que ralentiza la evolución de la enfermedad, pero no la cura y el efecto no es definitivo, algo que ya sabíamos de los modelos animales". No obstante, mostró su esperanza porque se trata de una enfermedad "sin ningún tipo de tratamiento actual, para la que solo hay una medicina que lo que hace es aplazar la supervivencia".

Moraleda explicó que el estudio, al ser preliminar, fue aplicado a pocos pacientes, por lo que las conclusiones que se pueden sacar en cuanto a la eficacia "no son definitivas". En este sentido, avanzó la realización de un segundo ensayo "con la ampliación a más pacientes para explorar más afondo la eficacia real que puede tener este tratamiento".

Además, dijo que esta investigación "abre una vía de investigación que se puede mejorar y perfeccionar, probando un tipo de células madre diferentes, por ejemplo".

CÉLULAS MADRE DE MEMBRANA AMNIÓTICA

La Unidad de Terapia Celular de la Arrixaca, pionera en el trabajo con células madre desde hace diez años, lleva adelante otras muchas investigaciones. Por ejemplo, Moraleda citó el trabajo con células madre procedentes de membrana amniótica, un material que habitualmente se desecha después del parto, y en el que hay células madre que se pueden manejar en laboratorio.

Moraleda señaló que su grupo ya utiliza la membrana amniótica "para acelerar la curación de grandes heridas que afectan a superficies, por ejemplo, de 20 por 20 centímetros, y en casos en los que se presentan las tripas al descubierto o en las que el hueso queda a la vista".

"Es decir, se trata de heridas que dan muchos problemas, cuya cicatrización resulta muy complicada y para cuya curación se suelen poner parches de piel, que se quitan de otra parte del cuerpo para reimplantarlas, o equivalentes cutáneos", precisó el investigador.

Para su tratamiento, el grupo que dirige Moraleda emplea la membrana amniótica como un apósito que se coloca sobre la herida de manera que las células madre que contiene, en contacto con la superficie a curar, "aportan factores tróficos y señales que hacen que la epitelización sea más rápida".

Con el objetivo de averiguar por qué las células madre de la membrana amniótica tienen ese efecto positivo, los investigadores de la Arrixaca estudian en laboratorio sus propiedades y llevan a cabo ensayos como parte de un proyecto que todavía no es oficial y que está pendiente de la aprobación por la Agencia Española del Medicamento, para lanzarla a una fase más avanzada.

En este caso, Moraleda reconoció que llevan menos casos de prueba en pacientes que en los estudios con la ELA. No obstante, también concluyeron las pruebas con animales y han realizado algún caso de pruebas en pacientes, liderados por el médico del servicio de Cirugía de la Arrixaca, Gregorio Castellanos.

El protocolo de actuación en pacientes "ya está terminado" en esta investigación, en la que Moraleda también colabora estrechamente con la doctora Carmen García, y con los investigadores básicos dependientes del doctor Francisco Javier Nicolás, de la Arrixaca.

VASOS SANGUÍNEOS EN EXTREMIDADES INFERIORES

La Unidad de Terapia Celular, en colaboración con los cirujanos vasculares de la Arrixaca, también emplea las células madre derivadas de la médula ósea para tratar a los pacientes que tienen isquemias en extremidades inferiores.

Se trata de pacientes "que no tienen vasos sanguíneos, porque tienen una trombosis o por problemas vasculares severos, y cuyo tratamiento es, únicamente, la amputación de la extremidad", aseveró Moraleda.

Para evitar tan drástica solución, los investigadores de la Arrixaca han empezado a seleccionar algunos tipos de células madre de la médula ósea con capacidad de generar vasos sanguíneos y de estimular su génesis.

"Así conseguimos evitar la amputación de esos miembros, normalmente los dedos de los pies", según Moraleda, quien reconoció que ya han completado con éxito el tratamiento en tres pacientes "que están respondiendo bien y a los que no ha sido necesario amputar".

En este caso, se trata de un ensayo oficial, aunque el científico destacó que se trata también de estudios "muy preliminares", por lo que avanzó que "habrá que hacer investigaciones más avanzadas".

"No obstante, en los que hemos hecho, hemos visto por arteriografía, metiéndoles contrastes a los pacientes, que después de la infusión celular aparece riego sanguíneo donde no lo había, lo que es una demostración, aunque sea parcial, de que las células, de alguna manera, tienen un efecto positivo", determinó.

Por último, Moraleda citó otra línea en la que tiene depositadas "muchas esperanzas", también con células madre de la membrana amniótica en colaboración con el Equipo de Biotecnología del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida), que dirige el científico José Luis Cenis.

En concreto, la Unidad de Terapia Celular se encarga en este caso de cultivar y expandir las células madre de la membrana amniótica, y son utilizadas para hacer biomateriales derivados del gusano de seda que proporciona el Imida. En esos biomateriales, las células "crecen mejor y tienen un soporte muy sólido para emplearlos en heridas de traumatología", apuntó.