Actualizado 18/11/2009 12:08

Innova.- El Cebas-CSIC estudia si el arrastre de materia orgánica por la erosión es bueno o malo

MURCIA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del departamento de Conservación y Restauración del Suelo del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas-CSIC) está estudiando el efecto de la erosión en el suelo para tratar de averiguar si el arrastre de materia orgánica que produce es beneficioso o perjudicial.

Según informó a Europa Press el investigador del departamento, Jorge López, la materia orgánica que está enterrada en los primeros cinco centímetros del suelo, que es donde están los nutrientes que necesita la planta que empieza a crecer, cuando se produce la erosión "salen a la luz, son arrastrados y se pierden".

Así pues, en la actualidad "se intenta dilucidar si esa pérdida es buena o mala, porque se va de un sitio y se acumula en otro", explicó López. "El problema es que la materia orgánica se suele acumular en capas muy profundas de pantanos, por ejemplo, en las que no se puede utilizar y además, al salir a la luz, se meteoriza más fácilmente, se mineraliza más rápido, y se puede llegar a perder", precisó.

Sobre todo, López, quien presentó algunas demostraciones prácticas de sus investigaciones en la reciente Semana de la Ciencia y la Tecnología, organizada por la Fundación Séneca en el jardín del Malecón, destacó que la tarea del Cebas es "cuantificar cuánto se pierde por erosión, la parte que no se pierde y empezar a saber si es bueno o malo".

Asimismo, explicó que "otro de los aspectos que queda por aclarar es saber en la erosión el carbono que hay, lo que se llama secuestro de carbono, y depende de que la materia orgánica se materialice o no. Si está enterrada está protegida de los agentes, pero si la exponen pierde sus propiedades", apuntó.

Las gotas de lluvia que golpean el suelo desnudo, en el que no hay vegetación, "rompen la estructura del suelo y se produce la erosión, generando regueros en los que se transporta el agua y los sedimentos", destacó el investigador.

Sin embargo, en la huerta, el propio golpe de la gota de agua "no hace tanto daño al suelo porque la gota se infiltra y, amortiguada por la vegetación, se transforma en gotas más pequeñas, cae en el suelo y por el agua de las raíces o que hacen algunos animales se infiltra, lo que recarga es los acuíferos y los pozos con agua limpia".