Actualizado 01/12/2008 12:06

Innova.- Un científico del Imida considera una "anécdota" la gripe aviar y critica la alarma social generada

MURCIA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

El investigador del departamento de Mejora Genética del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida), Ángel Poto, criticó "la alarma social" que provocó en su momento la encefalitis espongiforme bovina y la gripe aviar, y consideró ésta última enfermedad como "una mera anécdota".

En este sentido, afirmó que, a día de hoy, "teníamos que estar todos muertos, ya que la gripe aviar nos iba a matar a todos hace cuatro años, iba a mutar y a crear una especie de virus monstruoso, y simplemente nos mataría con rozarnos". Sin embargo, aseveró que, hasta el momento, "no he visto a la gente morir por la calle".

De esta forma, se mostró "completamente en contra" de la alarma despertada al respecto. En concreto, explicó que "se hablaba de personas que, en Indochina, conviviendo con las gallinas y durmiendo en los gallineros, habían fallecido por el virus", una situación que comparó con la edad media "cuando no había desagües en las calles españolas y europeas, lo que provocaba cóleras y pestes, entre otras cosas".

En la actualidad, señaló que "tal y como está la tecnología, la gripe aviar es ya una anécdota", y recordó "el pato que apareció muerto en Navarra como consecuencia del virus, y no ha pasado ninguno más", justificó.

Por todo ello, sostuvo que "cualquiera que tenga dos dedos de frente constata que se trata de aquello del cuento de que viene el lobo. Luego, a lo mejor, viene un lobo de otro tipo y no nos damos ni cuenta, como el Sida, que sí lo tenemos aquí, aunque se están poniendo los medios para ponerle fin".

Al respecto, dijo no saber "para qué ha servido tanta alarma, porque el número de fallecidos en todo el mundo por gripe aviaria y los muertos en todo el mundo como consecuencia de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (encefalits espongiforme), es mucho menor que los muertos en las carreteras españolas un domingo".

Y sin embargo, reprochó que "a nadie se le ha ocurrido cerrar las carreteras españolas". Por contra, criticó que para poder tener una vaca en el corral de casa "nos cuesta más papeles que la licencia de apertura de una central nuclear. Hacen falta no sólo un número de identificación, sino dos, uno en cada oreja, que roza lo ridículo", lo que, entre otras cosas, "pone en peligro las especies tradicionales".