Actualizado 13/04/2008 11:22

Innova.- La dieta con subproductos de tomillo y romero mejora la calidad de la carne de ovejas y la leche de cabra

El estudio constata que los antioxidantes que poseen estas plantas aromáticas retrasan hasta dos semanas la caducidad de la carne

MURCIA, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) y el departamento de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Murcia (UMU) constataron en una investigación conjunta que la dieta con subproductos resultantes de la destilación del tomillo y el romero mejora la calidad de la carne de ovejas y la leche de cabra.

Además, esta investigación permitió deducir que los antioxidantes presentes en estas plantas aromáticas son las responsables de retrasar hasta en dos semanas el proceso de oxidación de la carne de oveja, según informaron a Europa Press los investigadores del Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (Cifea) de Lorca, Arturo Lafuente, y del Imida, José Antonio Sotomayor.

En concreto, este estudio, que finalizó en 2007, se tituló 'Alimentación de pequeños rumiantes con subproductos de plantas aromáticas como fuente natural de antioxidantes endógenos', y recibió una financiación de 103.000 euros del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), que depende del Ministerio de Agricultura.

La investigación comenzó cuando el equipo de Imida, que dirige la doctora en química, María José Jordán, detectó en la bibliografía existente que estas plantas, además de tener un aceite esencial que se comercializa como condimento y para la extracción de esencias para perfumes, era también muy rica en componentes antioxidantes.

Entonces surgió la idea de alimentar pequeños rumiantes --cabras y ovejas-- con los subproductos derivados de la destilación de estas plantas aromáticas, confesó Sotomayor. En concreto, la investigación se llevó a cabo sobre ejemplares de cordero segureño y de cabra murciano granadina, precisó.

Como material de alimentación, los investigadores utilizaron los residuos derivados de la destilación de estas dos plantas por parte de las fábricas que buscan la extracción de sus aceites esneciales para uso condimentario o para la industria de la perfumería, señaló el investigador.

"Esta gente toma el tomillo y el romero, lo destila, le saca el aceite esencial para su venta y se le genera un subproducto con el que no saben muy bien qué hacer", dijo Sotomayor. Precisamente ese subproducto, que los fabricantes "no utilizan para nada", es sin embargo "una despensa riquísima de compuestos antioxidantes", explicó.

El Imida incluyó esos residuos en los piensos de ovejas y cabras en los experimentos que realiza en las instalaciones del Cifea de Lorca con el objetivo transmitir estos componetes antioxidantes a la carne, a la leche y al queso y darles "un valor añadido".

La experimentación se realizó sobre tres grupos, indistintamente de ovejas y cabras, de forma que hubo un "lote control", que sólo comió el pienso normal, mientas que otro grupo se alimentó con el cinco por ciento de la cantidad del peso total del pienso en tomillo o romero, y otro se alimentó con el 10 por ciento del peso total del pienso de estas plantas.

RESULTADOS.

Como resultado de la investigación, Lafuente señaló que "se mejora mucho la calidad de la carne", de forma que "se evita el enranzamiento de la grasa hasta 20 días, y la carga bacteriana tarda en aparecer en la canal unos 15 días más que si no tuviera el tomillo y el romero".

Además, dijo que la calidad de la leche en cabra "aumenta en la misma proporción que la carne, y el queso se enrancia menos y se conserva mucho mejor que si no tuvieran la dieta a base de subproductos del tomillo y el romero".

Según explicó, el motivo de la mejora "son los polifenoles, que benefician mucho la conservación de la carne del animal en cabrito y del cordero, porque además es transmisible por la leche, de forma que se conserva mucho mejor".

La carne, en el momento que la dejas sin cámaras frigoríficas, empieza a generar unas bacterias, constató, de forma que el equipo investigador realizó una comparativa entre las carnes en función de su dieta y comprobó "unas diferencias casi de 20 días en aparecer esas bacterias entre las que tienen polifenoles y las que no".

Sotomayor confirmó que la oxidación de la carne "se retrasa por lo menos en dos semanas, y aumenta su calidad en virtud de unos parámetros científicos del color y la producción de compuestos alimentarios", un aspecto que abordó el departamento de Tecnología de los Alimentos de la UMU, que hizo un test sensorial y publicó una tesina al respecto.

En el caso de la leche, "como se pasteuriza, no hay resultados de caducidad, aunque lo que sí se ha constatado es que hay transmisión de estos antioxidantes, como son el ácido carnósico y el carnosol, fundamentalmente, los dos antioxidantes por excelencia", destacó el investigador del Imida.

El proyecto acabó en 2007 y falta por hacer su memoria final, aunque los resultados se publicaron y se expusieron en congresos en Austria y Alemania, y como respuesta a esas publicaciones, el equipo de investigación se encuentra en contacto con un grupo austriaco para hacer un proyecto a nivel europeo con el mismo fundamento.

"VALOR AÑADIDO".

Otra de las consecuencias de esta investigación consistió en "buscar una utilidad y un valor añadido" a los restos sobrantes del proceso de destilación del tomillo y el romero, ya que hasta ahora "creaba un problema la eliminación del subproducto" para las empresas encargadas del proceso.

"Con esto hemos reducido mucho el gasto, eliminamos un subproducto que crea muchos problemas y creamos un valor añadido al productor del romero y el tomillo", dijo Sotomayor.

Así, su aprovechamiento para los piensos ganaderos supondrá eliminar un proceso que actualmente supone enviar el subproducto a una fábrica, con lo que se reduce el gasto de transporte y mano de obra, además del disolvente que hay que añadir y el costo de su extracción, envase y adición al pienso.