Actualizado 30/11/2008 13:18

Innova.- Un estudio estima que los cuervos han abandonado el 40% de sus territorios en la Región en las últimas décadas

Los investigadores atribuyen este descenso al cambio en el uso de los suelos de cultivos extensivos de secano a los cultivos de regadío

MURCIA, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

El grupo de Ecología e Hidrología de la Universidad de Murcia (UMU) ha realizado un estudio en el que comprobó que la población de cuervos en la Región de Murcia "ha experimentado un gran descenso" en las dos últimas décadas, periodo en el que se calcula que "el 40 por ciento de los territorios se han desocupado", según informó a Europa Press el investigador del departamento, Manuel Cremades.

De esta forma, la población actual de cuervos en toda la Región "apenas debe estar por encima de las 50 parejas afincadas en territorios, sin contar los ejemplares adultos y jóvenes 'flotantes' o reproductores que no tienen un terreno adjudicado", indicó Cremades, quien realizó este proyecto junto a los investigadores Juan Francisco Martínez y José Francisco Calvo.

Asimismo, este estudio constató que las zonas en las que la población de cuervos es más abundante son el norte y noroeste de la Región, y averiguó que ocupan las zonas más abruptas con cobertura boscosa y de mayor altitud.

En concreto, Cremades explicó que las densidades más altas de población de cuervos "estaban en la zona del bajo Guadalentín, en la zona de la sierra de Lorca, en la zona de la Cuenca de Mula y en la Comarca del Noroeste. Por el contrario, donde más territorios se habían perdido "eran el campo de Cartagena y la Huerta de Murcia", especificó.

Aunque no está reflejado en el trabajo, el grupo de investigadores supuso que este abandono "se debe a los cambios en los usos del suelo". Y es que las zonas en las que descendió la población "precisamente, limitan con espacios en los que se han hecho cambios en los tipos de cultivo, pasando de los cultivos extensivos de secano a los cultivos de regadío".

Además, Cremades añadió que son lugares "donde se utilizan muchos productos químicos, y es posible que esta circunstancia también haya influido en que se pierdan las fuentes de alimentación del cuervo", aunque no descartó otros cambios de origen humano "como la progresiva construcción de viviendas y urbanización de las zonas afectadas en llanuras".

Al respecto, añadió que el cuervo "es una especie amenazada en la Región, incluida en catálogo regional de fauna silvestre de especies amenazadas, en la categoría de interés especial, mientras que el libro rojo de vertebrados de la Región de Murcia la propuso como categoría vulnerable".

INVESTIGACIÓN.

De esta forma, señaló que se ha observado "un fuerte descenso en los últimos años, sobretodo en la zona litoral de la Región. Como no había un censo pormenorizado en la Región, los investigadores se propusieron hacer un censo en todo el territorio entre 2005 y 2008, aunque también reunieron información de años anteriores --incluso de 1983-- para comparar los datos de los nidos abandonados o que no se habían vuelto a ocupar últimamente.

Con estos datos, el equipo de la UMU se propuso saber la distribución del cuervo en la Región y hacer un modelo de distribución potencial, es decir, "determinar qué zonas podría estar ocupando el cuervo y no está ocupando, así como establecer esta clasificación también por sectores y comarcas en la Región".

Para completar la investigación, se dedicaron a observar en esos años los lugares donde había parejas y arreglaban sus nidos, siempre entre marzo y junio, en primavera.

Como resultado de las observaciones, los profesores de la UMU colocaron sobre un mapa todos los puntos de presencia de territorios ocupados y abandonados de la Región de Murcia, calificando como abandonados aquellos que no tenían ninguna información en los últimos diez años, desde 1999, "al menos no teníamos registro de los autores contactados", señaló.

A partir de los territorios ocupados, hicieron un modelo de distribución potencial para ver a qué territorios, variables ambientales y geográficas respondía el cuervo, e identificaron diez: la altitud, la abruptuosidad, el medio urbano e industrial, los secanos, los regadíos, el bosque, el matorral, los humedales, las ramblas o ríos (cursos de agua), y las zonas de minería o canteras.

En total recopilaron 79 territorios, de los que 47 estaban ocupados y 32 abandonados, y comprobaron que se había perdido en los últimos años el 40 por ciento de su población. Para el análisis emplearon, incluso, nidos catalogados desde el año 1983 y de 1987.

Principalmente, los investigadores encontraron los nidos en lugares rocosos, que "son los principales ámbitos de nidificación", aunque en una ocasión pudieron observar un nido "que estaba en un pino carrasco y otro, en un talud de rambla".

Cuando aplicaron el modelo distribución potencial, vieron que "casi toda la Región era potencial para poner zonas de cría de cuervo, exceptuando las grandes zonas llanas, como la huerta de Murcia, el Campo de Cartagena y el Valle del Guadalentín. Todo lo demás tenia zonas buenas", aseguró.

En cuanto al cálculo de densidades, constataron que, con los valores del censo, había un territorio cada 133 kilómetros cuadrados, pero al tener en cuenta sólo los territorios actualmente ocupados, esta cantidad "se reducía a una zona cada 240 kilómetros cuadrados".

Este reparto de densidades "no es uniforme, pero se veía que en el interior eran más abundantes y en hacia el sureste, eran más escasos", determinó Cremades.

Un territorio lo ocupa una pareja, y "son aves territoriales, como las rapaces, cada una ocupa el sitio donde está el nido y una zona relativamente grande donde no va a haber ninguna otra. Incluso, es posible que dos territorios sean de una sola pareja", explicó.

Cremades añadió que este trabajo, que los investigadores de la UMU realizaron de forma altruista, "da pie a trabajos posteriores, como estudiar las zonas a las que la especie va a alimentarse, constatar si es cierto que los cambios en la agricultura han cambiado sus hábitos, y contrastarlo con imágenes satélite de los cambios de los últimos años".

Cremades aportó, como soluciones a este despoblamiento, las medidas de protección "de los lugares de nidificación", aunque advirtió que "muchas veces se ve que en esas zonas, las especies no se recuperan, y suele pasar por algo que pasa de forma ajena de los lugares de nidificación".

Además, indicó que a veces "se protegen las zonas en las que los cuervos están criando en verano, y en invierno lo pasan en otras zonas no protegidas". No obstante, concluyó que "cuando se modifica el paisaje de una forma drástica, lógicamente, no va a revertir como era antes, el animal acaba marchándose de allí".