Actualizado 24/03/2008 18:17

Innova.- El Imida estudia el uso de algas e invertebrados marinos para la limpieza de los residuos de piscifactorías

Los investigadores confirmaron que la población de peces "está resultando más abundante y diversa en los biofiltros"

MURCIA, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Equipo de Acuicultura Marina perteneciente al Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) trabaja en el uso de algas e invertebrados marinos como ascidias, esponjas, e hidrozoos para la limpieza de los residuos que se depositan en el fondo de las piscifactorías, como heces de peces y restos de alimentos, que son los más significativos.

Y es que estos residuos sólidos "tienden a depositarse en las inmediaciones de las granjas, pudiendo ocasionar alteraciones físico-químicas y biológicas de los fondos que, aunque muy localizadas, conducen a una pérdida de la calidad ecológica del medio", informó el Imida.

Así, los organismos que el Imida estudia para la limpieza de estos residuos son suspensivos y se alimentan de la materia orgánica que cae de los restos de los peces como resultado de su alimentación, según informó a Europa Press el jefe del departamento de Producción Animal del Imida, Benjamín García.

En este sentido, estos organismos, denominados biofiltros de fondo, "facilitarían la descomposición aeróbica de la materia orgánica al proporcionar una gran superficie para la colonización microbiana encargada mayoritariamente de este proceso", apuntó en un comunicado.

Además, este sistema "facilitaría un nuevo hábitat para el crecimiento y desarrollo de otros poblamientos animales y vegetales que participarían en el reciclaje de los nutrientes, los cuales aumentarían al mismo tiempo la biodiversidad del entorno", especificó.

DESARROLLO.

Los investigadores diseñaron, fabricaron y fondearon biofiltros de fondo bajo tres granjas en zonas de control de Andalucía, Canarias y Murcia. Desde entonces, monitorizaron aspectos como el flujo de material particulado que llega a los biofiltros y su entorno, los organismos que se fijan a los biofiltros, los poblamientos de peces que se asocian a los biofiltros, y la evolución de la calidad de los fondos.

Hasta el momento, los equipos investigadores comprobaron en las tres regiones que el efecto de atracción de organismos salvajes "es considerable, tanto los que se fijan a los biofiltros como los que se cobijan en ellos", precisó.

Asimismo, y mediante técnicas como el seguimiento de la señal de isótopos estables de nitrógeno y carbono, comprobaron que los organismos que se fijan en las estructuras "se están aprovechando directamente de los residuos de las granjas".

Así, los poblamientos de peces "están resultando más abundantes y diversos en los biofiltros ubicados bajo las granjas que en las zonas control, si bien en éstas también han atraídos numerosos peces", concretó.

En cuanto a la calidad de los fondos en que se asentaron los biofiltros, "parece vislumbrarse cierta tendencia a la equiparación de las comunidades macrobentónicas entre zonas bajo granjas y zonas control".

No obstante, consideró "prematuro y aventurado hablar de una recuperación, ya que la respuesta observada pudiera ser consecuencia de una bioestimulación asociada al incremento adicional de complejidad del hábitat, lo que hace necesario seguir trabajando para confirmar estas tendencias".

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN.

Así, se realizará bajo el título 'Mitigación del impacto ambiental generado por los cultivos marinos en estructuras flotantes' (2006-2008), dentro del cual, el Imida coordinará el subproyecto 'Evaluación de la eficacia de la utilización de biofiltros artificiales de fondo para la mitigación del impacto ambiental derivado de la piscicultura marina en jaulas flotantes'.

De esta forma, el equipo de investigación del Imida lo formaron el propio García, así como los investigadores María Asunción Piedecausa Narejo, Jesús Cerezo Valverde, María Dolores Hernández Llorente y Felipe Aguado Giménez. Además, participarán equipos de investigación de las comunidades autónomas de Canarias, y Andalucía.

Este estudio pertenecerá a la línea de investigación de integración de acuicultura y medio ambiente del Imida, e intentará evaluar el impacto real en las instalaciones de cultivos marinos en jaulas flotantes y desarrollar actuaciones que "lo mitiguen y minimicen", explicó García.

Sobre este aspecto, el Imida abrió varias líneas de investigación en el seno del programa 'Sostenibilidad de la Acuicultura en la Región de Murcia', que se enfocará a la mejora tanto de los procesos productivos en sí mismos, como a la remediación ambiental en las zonas en que se desarrollan los cultivos marinos en la Región de Murcia.

En este sentido, informó que el Imida está desarrollando arrecifes artificiales en los que se desarrollan estos organismos que utilicen el exceso de materia orgánica que se producen en las piscifactorías, unas instalaciones de acuicultura en condiciones de mar abierto que se sitúan alejadas de la costa y en fondos de 25, 40 y más metros, matizó.

El objetivo será alcanzar "la tan requerida sostenibilidad de la acuicultura que, como en cualquier otra actividad productiva, requiere actuaciones en diferentes frentes", para lo cual el equipo de investigación estudiará a su vez poblaciones de otras especies de peces que se alimentan del exceso de materia orgánica que se puede producir en la granja.

ORÍGENES.

Desde la pasada década de los años 80, el Imida explicó que se postularon alternativas para reducir el enriquecimiento orgánico que suele producirse en los fondos próximos a las instalaciones, como sistemas de recolección de residuos particulados a modo de grandes embudos, limpieza de los fondos adyacentes mediante bombas o mezcladores sumergibles, rastrilleo de los fondos afectados y la reubicación de estructuras y barbecho de zonas afectadas.

Sin embargo, estos sistemas "resultan inviables en condiciones de cultivo en mar abierto, que es donde tienden a desarrollarse las actividades acuícolas, según el Imida.

Así, consideró la disposición de biofiltros de fondo a modo de arrecifes artificiales próximos a las instalaciones como "otra posibilidad para reciclar los residuos sólidos".

Y es que la utilización de arrecifes artificiales como herramienta mitigadora y para la protección de hábitat "está muy extendida a nivel mundial, pero su aplicación para la minimización del impacto ambiental derivado de los cultivos marinos es muy reciente, habiéndose desarrollado tan solo unas pocas experiencias en Israel y Japón", precisó.

OTRAS INVESTIGACIONES.

Por otra parte, el Imida realiza de forma paralela análisis sobre la sustitución de harinas de pescado por harinas de origen vegetal para la elaboración de los piensos para peces marinos, ya que "actualmente se necesitan del orden de entre dos y tres kilogramos de pescado para elaborar el pienso necesario para obtener un kilo de peces cultivados", recordó.

Además, el Imida trabajará en la implementación de sistemas de recirculación (filtración y reutilización) que permiten una gestión energética y de los residuos "más eficaz para instalaciones en tierra", y también investigará "alternativas para reducir el impacto ambiental de los cultivos marinos cuando éstos se desarrollan en condiciones de mar abierto", indicó.