Actualizado 20/12/2008 11:45

Innova.- El IMIDA participa en un proyecto nacional para caracterizar la calidad de cuatro especies de pescado

MURCIA, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El equipo de Acuicultura del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) participa en un proyecto nacional cuyo objetivo es caracterizar la calidad de todo el pescado que hay en el mercado en grandes cantidades, es decir, de la dorada, la lubina, el rodaballo y el besugo.

En concreto, este estudio persigue comparar las distintas especies por origen --salvaje o de cultivo en piscifactorías-- y procedencia geográfica con el objetivo de contrastar "la veracidad de diversos mitos que circulan en torno a ellas", según informó a Europa Press la investigadora responsable del proyecto, María Dolores Hernández.

En concreto, indicó que tratará de "desmontar o, por el contrario, confirmar, rumores extendidos como que cualquier especie salvaje de pez tiene una mejor calidad que su homóloga cultivada". Hernández confirmó que "esto es así comparándolas en un momento y origen concretos, porque debe de haber épocas en las que las cultivadas tengan una calidad superior que en otras".

Hernández aclaró que las especies cultivadas "mantienen más sus características, porque tienen unas condiciones de vida más homogéneas, ya que come lo mismo todo el año, mientras que la salvaje no". Por este motivo, indicó que el propósito del estudio será "desmontar o asumir mitos como este, de saber lo que es verdad, y de saber si hay algún problema y actuar si es necesario".

El equipo del IMIDA comenzó hace un año este proyecto, que tiene un carácter nacional, en el que participan ocho comunidades autónomas --Cataluña, Comunidad Valenciana, Mallorca, Región de Murcia, Cádiz, Las Palmas de Gran Canaria, Santiago de Compostela y Castropol (Cantabria).

La iniciativa, que recibe financiación de la Junta Nacional Asesora de Cultivos Marinos (JACUMAR) del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, contará de esta forma con "todas las fuentes de variaciones y orígenes, por lo que sus resultados serán concluyentes.

Así pues, Hernández confirmó que este año "vamos a hacer una comparativa entre las especies salvajes procedentes de la pesca y aquellas cultivadas", mientras que este año, entre octubre y noviembre, "preparamos catadores que ya han hecho la primera comparativa de dorada, pero los resultados están en el horno".

Los grupos de investigación participantes también compararán las analíticas de proteínas, grasas, minerales, contaminantes y vitaminas de las distintas especies con la intención de "hacer un barrido de todas las características".

Igualmente, harán una comparativa por zonas, para saber si existen diferencias "porque hay muchos mitos al respecto, de que una es mejor que otra, y la idea es tener datos sólidos". Para ello, compararán distintos orígenes, por ejemplo, las doradas cultivadas en Canarias, donde las especies tienen un crecimiento muy diferente al peninsular.