Actualizado 02/09/2008 13:46

Innova.- Investigadores del CEBAS-CSIC desvelan un mecanismo de resistencia de plantas a enfermedades virales

MURCIA, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigadores del Centro de Edafología y Biología aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) ha logrado desvelar un mecanismo de resistencia --mediado por una proteína de la planta hospedadora denominada eIF4E-- a un virus que afecta a plantas de la familia de las cucurbitáceas, que incluye especies tan importantes como el melón, el pepino, la sandía y el calabacín.

Los resultados, que aparecerán publicados en el número de octubre de la revista 'Plant Journal', podrán tener implicaciones en la identificación y diseño de nuevas fuentes de resistencia a enfermedades virales que se puedan utilizar en variedades comerciales de plantas cultivadas, según informaron fuentes del CEBAS-CSIC en un comunicado.

Y es que los virus "causan enfermedades en plantas cultivadas y silvestres que pueden tener una gran repercusión económica y social" y, en particular, "constituyen uno de los factores limitantes más importantes para la hortofruticultura española", explicó el centro investigador.

Así pues, el CEBAS-CSIC identificó el uso de variedades genéticamente resistentes como el método "más eficaz" para el control de los virus que afectan plantas cultivadas, "compatible con el cuidado del medio ambiente y la salud del consumidor".

En este sentido, el investigador del CEBAS-CSIC, Miguel Aranda, y director del trabajo que realizó la investigadora Verónica Truniger, añadió que el hecho de conocer los mecanismos moleculares de resistencia genética natural a virus de plantas "puede proporcionar herramientas clave para la identificación y el diseño de nuevas fuentes de resistencia, utilizables en variedades comerciales".

Y es que "ciertos genes de resistencia recesiva identificados en especies cultivadas y afines codifican variantes alélicas de un factor eucariótico de iniciación de la traducción (eIF4E) o de otras proteínas de su familia", un factor que "se sabía crítico para la multiplicación de diversas especies virales en sus plantas hospedadoras, pero hasta el momento se desconocía su modo de acción".

Este trabajo desveló el mecanismo de resistencia mediado por eIF4E al virus del cribado del melón (Melon necrotic spot virus, MNSV), que es de importancia agronómica para melón, sandía y otras cucurbitáceas.

Así, determinó que el genoma del virus "contiene una secuencia reconocida específicamente por el eIF4E de la planta, y que este reconocimiento determina si el genoma viral se puede expresar o no". En plantas susceptibles, el reconocimiento ocurre con éxito, mientras que en plantas resistentes este reconocimiento no puede darse.

La identificación de nuevas variantes alélicas de eIF4E, o la supresión de la expresión de eIF4E, "permitirá identificar nuevas fuentes de resistencia a virus", explicó la investigadora del CEBAS-CSIC, Verónica Truniger.