MURCIA, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
El grupo de investigación en Hortofloricultura Mediterránea de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) está estudiando diversas especies autóctonas, como el pino de Cartagena, el algarrobo y el madroño, a las que somete a pruebas para saber cómo responde a la salinidad, a contaminantes y al estrés hídrico, para tener "mayor conocimiento de ellos, que sea más eficiente su manejo, tanto en el vivero, cuando se está cultivando la planta, como cuando se va a trasplantar".
Según informó a Europa Press el estudiante del grupo, Luis Cervantes, la UPCT lleva a cabo "muchas investigaciones, por ejemplo, sobre cómo se pueden propagar estas especies y cómo se genera un vivero para potenciar la planta autóctona". Y es que "muchas veces nos perdemos en plantas tropicales y exotismos, porque crecen muy rápido y llaman mucho la atención, pero olvidamos las especies de aquí, que no dan tantos problemas como las de fuera".
En este sentido, concretó que "se han puesto de moda especies tropicales y de América del sur, que se plantan en parques y jardines como una nota de exotismo, pero que son exigentes en temperaturas y aguas" y advirtió, al respecto, que "no podemos crear parques y jardines que necesiten recursos que no tenemos, apostamos por especies de aquí que se adaptan muy bien".
Así, precisó que la intención del grupo, que instaló una caseta en la pasada Semana de la Ciencia y el Agua de la Región de Murcia (Secyt 09), es educar sobre la conciencia medioambiental sobre parques y jardines en zonas urbanas, y explicar la importancia que tiene el árbol en la ciudad, sus beneficios, cómo se deben cuidar, cómo se deben mantener.
Asimismo, mostró algunas especies vegetales, como el pino de Cartagena, palmito y plantas aromáticas, importantes en parques y jardines, como la santolina, romero y la lavanda.
Al respecto, destacó "la diferencia de temperatura que puede alcanzar un material sintético como el pavimento, césped artificial que siempre será más alta respecto a la tierra vegetal, lo que se traduce en que el ambiente es mucho más fresco, porque el suelo se calienta mucho menos".
Además, indicó que las copas de los árboles, al pasar el aire a través de ellas "se enfría, también se oye menos ruido porque actúan como pantalla sonora, y ordenan el entorno urbano. Muchas veces nos olvidamos de estas cosas, si desapareciesen nos daríamos cuenta de lo importancia que tienen", concluyó.
