Uno de los acusados de matar a un hombre dice que éste cayó encima del cuchillo y que su intención era intimidarle

Acusados del crimen de Era Alta
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 6 octubre 2014 16:05

MURCIA, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

Uno de los acusados de matar a un conocido y herir al cuñado de éste en la fiestas patronales de la pedanía murciana de la Era Alta el 7 de octubre de 2012 ha asegurado este lunes, en la primera sesión de la vista oral que se celebra en la sección tercera de la Audiencia Provincial, que no tenía intención alguna de "pincharle" con el cuchillo que llevaba escondido bajo el pantalón, sino de intimidarle debido a la corpulencia física de la víctima, dejando claro que al resbalarse por el empujón que le propinó, el fallecido se cayó sobre el cuchillo.

Según ha relatado Miguel Ángel G.P. a los miembros del Jurado Popular y ante las preguntas del Ministerio Fiscal y la Acusación Particular, el fallecido se abalanzó sobre él e intentó arrebatarle el cuchillo que llevaba, momento en el que el procesado se resbaló y cayó al suelo y sobre él la víctima.

"Me sentí humillado, apaleado, porque quería que me aclarara por qué me saludó y después me dio varios empujones, no lo entendía", ha expuesto ante el juez, manifestando, al hilo, que desde primera hora de la mañana había estado bebiendo, casi ni comió y que tomó cocaína que le originó "una manía persecutoria y por eso llevé el cuchillo escondido".

Tras confesar estar totalmente arrepentido de los hechos e insistir en que su intención era intimidarle y en ningún caso matarle, el procesado ha negado igualmente que intentara huir con su cómplice en su coche, dado que estaba "roto". Por contra, ha afirmado que esperó a que llegara la Policía y que incluso les entregó el arma homicida.

Todo comenzó cuando llegaron al recinto ferial donde se estaban celebrando las fiestas patronales de Era Alta y sobre la una de la madrugada, después de estar todo el día bebiendo, los dos procesados, Miguel Ángel G.P. y Antolín C.S. saludaron a la víctima y al cuñado de ésta, en el transcurso de un concierto.

Así, Miguel Ángel se acercó a la víctima, de quien ha advertido que iba "muy alterada y agresiva", y a su cuñado y tras darse la mano "no se qué se cruzó" que comenzó una reyerta. La víctima dio varios empujones a Migue Ángel que originaron que éste cayera al suelo, desmintiendo su declaración inicial, donde aseguró que le dio un puñetazo en la cara con el puño cerrado.

"Es que hubo tres empujones, pero no me dieron puñetazos, me dio tiempo a levantarme del suelo y me volvió a dar un segundo empujón porque pesaba el doble que yo y era muy corpulento", ha recordado Miguel Ángel, quien ha señalado que al cuñado de la víctima no le vio intención de "historias y lío".

Después de la reyerta, los dos procesados se marcharon del lugar pero a medio camino, Miguel Ángel se acordó que llevaba un cuchillo escondido bajo el pantalón y al sentirse "humillado" regresó al recinto ferial para exigir explicaciones a la víctima de por qué le había pegado cuando minutos antes le había saludado.

Entonces, ha relatado, "saqué el cuchillo para compensar mi debilidad con su fuerza y se explicara y entonces me cogió las dos manos y me empujó y me resbalé porque el suelo estaba manchado de cerveza, cayendo la víctima sobre mí y el cuchillo al intentar arrebatármelo".

Tras la pelea, ha destacado que cada uno "se fue por su lado" y que en ningún momento vio sangrar a la víctima, que falleció horas después en el hospital como consecuencia de las heridas.

Para el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de homicidio para Miguel Ángel G.P. como autor directo y Antolín C.S. como autor por cooperación necesaria, por el que pide para cada uno de ellos 13 años de prisión. Asimismo, por el delito de lesiones para ambos acusados pide en total cuatro años de cárcel.

En el transcurso del juicio, la fiscal ha descrito a la víctima como una persona que "no era violenta ni un borracho" y ha pedido al Jurado Popular que no cataloguen los hechos como los típicos de "una pelea de borrachos" porque no fue lo que sucedió. "Por mucho alcohol que bebieran, hay mucha capacidad de conocimiento para volver a por un cuchillo al garaje", ha advertido la fiscal.

Sin embargo las defensas de sendos procesados se han apoyado en el hecho de que la víctima murió debido al retraso de los servicios médicos y que Miguel Ángel llevaba el cuchillo encima "para intimidar" porque en el momento de los hechos, sendos procesados pesaban 20 kilos menos.