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MURCIA, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Industria, Turismo, Empresa e Innovación, a través de la Dirección General de Consumo, Comercio y Artesanía, ofrece una serie de consejos y recomendaciones sobre las ayudas a la flotación más adecuadas para garantizar la seguridad infantil en las playas y piscinas.
En este sentido, la directora general, Ana Cobarro, recuerda que "ésta es una preocupación constante, pero especialmente en estos meses de verano en que, con el calor, aumenta la afluencia a los lugares de baño", según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
Y es que, en el caso de los niños, las ayudas a la flotación más adecuadas son las destinadas a llevar en el cuerpo, como prendas, collarines, manguitos, bandas pectorales y mochilas. Al respecto, Cobarro incide en que "la vestimenta elegida debe garantizar un grado de flotabilidad eficaz, de forma que no se desprenda y mantenga al usuario a flote en el agua. Además no deberá obstaculizar la libertad de movimientos del usuario, permitiéndole nadar y moverse".
Igualmente, la responsable regional de Consumo explica que "las ayudas a la flotación deben responder a la necesidad de dar seguridad a los niños, servir de apoyo al aprendizaje de la natación y permitir que los más pequeños floten en el agua".
Para Cobarro, "estos elementos son eficaces siempre que se usen correctamente y bajo la supervisión constante y estrecha de un adulto. Además, es fundamental que se adapten con seguridad a la talla del usuario, que se ajusten correctamente y que su uso quede restringido a profundidades en las que el menor haga pie".
La directora general de Consumo recuerda que las ayudas a la flotación no son juguetes acuáticos. Por razones de seguridad, estos productos deben tener colores brillantes; de hecho, la gama de colores que van del amarillo al naranja rojizo es la más apropiada y además el diseño no puede causar daño al usuario".
Respecto a las válvulas y tapones presentes en los dispositivos hinchables, estos deben ir provistos de válvula anti-retorno, que garantice que, con el tapón abierto, retengan su flotabilidad original transcurrido un tiempo. También, los productos deben ser resistentes al agua salada y clorada.
Por último, Ana Cobarro incide en que "los mecanismos de flotación no eximen a los padres de mantener la alerta".
