Dos murcianos crean Eticambio, primera empresa española dedicada 100% al comercio justo avalada por el sello SPP

Logo de Eticambio. Miguel y Rocío en una charla de concienciación y una feria
CAERM
Actualizado: sábado, 7 julio 2018 11:30

La empresa importa cacao, quinoa, especias y panela de India y Latinoamérica que vende en el levante y en 'http://eticambio.com/'

MURCIA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los emprendedores sociales murcianos Rocío Ortiz Galindo y Miguel Rodríguez de Vera Mouliaá han puesto en marcha un revolucionario proyecto llamado Eticambio, que es la primera y única empresa del sureste español dedicada plenamente a la importación, elaboración, diseño, envasado y distribución de productos de alimentación ecológica y comercio justo.

Asimismo, es la única empresa española que ha conseguido el 'Símbolo de Pequeños Productores' (SPP), con el que la Organización Mundial del Comercio Justo avala su trabajo solo con pequeñas cooperativas autogestionadas con criterios democráticos y que trabajan bajo principios de sostenibilidad económica, social, cultural y ecológica.

De momento, este proyecto social puesto en marcha en 2018 se dedica a importar cacao y quinoa de Ecuador, panela de Perú y especias de la India (canela, cúrcuma, jengibre, pimienta negra, nuez moscada y clavo), aunque tiene previsto ampliar en breve su oferta con café, té y nuevos productos resultado de la fusión de los ya existentes en cartera para crear, por ejemplo, curry.

Tras envasar y elaborar los productos, Eticambio los distribuye en una red creciente de puntos de venta de la Región de Murcia y Alicante que se puede consultar en la web 'http://eticambio.com/', donde los clientes también pueden hacer sus pedidos directamente online. El proyecto contempla ampliar su distribución con un formato profesional, a granel, para la venta hostelera, destinada a restaurantes o cafeterías, así como a las instituciones públicas que quieran colaborar (ayuntamientos, colegios, residencias de mayores...).

DE LA TESIS A LA PRÁCTICA

Ambos emprendedores son investigadores sociales y comparten la ilusión por analizar cómo la sociedad tiene el poder de cambiar el mundo. En concreto, Rodríguez de Vera está centrado en la investigación sobre comercio justo, ámbito que comenzó a estudiar con su tesis en 2010; y Ortiz llevó a cabo también una tesis sobre movimientos sociales y democracia.

Una vez concluidas sus respectivas tesis y después una estancia en Reino Unido para formarse con becas de investigación, ambos decidieron volver a Murcia para aunar los conocimientos adquiridos y llevarlos a la práctica. Así fue como surgió Eticambio, un modelo de empresa "distinto".

Y es que el objetivo fundamental de Eticambio, más allá de la comercialización, es promocionar el desarrollo del consumo ético entre la población a través, fundamentalmente, del comercio justo y la difusión de ideas éticas vinculadas al pacifismo, a la ecología o el respeto por la naturaleza. Esta es la verdadera "ilusión" de estos dos murcianos y, para conseguirlo, llevan a cabo charlas y actividades divulgativas.

UN MODELO ALTERNATIVO

En concreto, Eticambio apuesta por un modelo económico alternativo en el que el precio no se ajusta simplemente por la oferta y la demanda, sistema que "aspira a encontrar el mayor número de personas que están dispuestas a pagar el mayor precio posible". Para Eticambio, la demanda es "lógicamente" importante, pero fija los precios con el único fin de que cada agente que participa en la cadena de producción reciba un aporte proporcional a su contribución al proceso.

Eticambio importa los productos directamente de pequeños productores organizados y registrados en las instituciones de comercio justo de referencia. Rodríguez de Vera y Ortiz entablan conversaciones directas con estas cooperativas y les instan a fijar el precio que consideren oportuno, siempre que se encuentre por encima del margen sostenible que establecen las organizaciones oficiales de comercio justo.

"Muchas veces, el precio de referencia de las materias primas es fijado por bolsas internacionales como las de Nueva York o Chicago que no tienen en cuenta los costes de producción o las condiciones del productor", según Rodríguez de Vera, quien lamenta que hay campesinos que venden por debajo del coste de producción y pierden dinero, lo que es "intolerable" y provoca problemas sociales.

El comercio justo pretende corregir esta situación y, para ello, las certificadoras oficiales fijan los precios mínimos sostenibles de producción que garantizan, en función de cada país, la cobertura de los costes de producción y un excedente para que las familias puedan desarrollar una vida digna.

En base a esta política, Eticambio no regatea los precios con los productores y se limita a comprobar si puede hacer el precio final asequible en España.

Los responsables de Eticambio importan por tráfico marítimo y, una vez en España, cuentan con una nave industrial del vivero de empresas de Totana donde elaboran el producto moliendo y mezclando la materia prima. A continuación, diseñan la etiqueta del producto, lo envasan y lo comercializan directamente con los puntos de venta.

La ética se extiende a todo el proceso y Eticambio cuenta con una política que trata de eliminar el plástico, escogiendo como alternativa el vidrio y envases compostables. Se trata de envases de fabricación española casi en su totalidad porque estos emprendedores apuestan por criterios de cercanía para apoyar la industria local y evitar la contaminación que implica el transporte.

Con el objetivo de que el precio sea lo más asequible para el consumidor final, Eticambio reduce al mínimo los intermediarios, encargándose íntegramente de todo el proceso. Asimismo, solo distribuyen el producto a tiendas que se comprometen a vender con un margen de ganancia máximo acorde a su aporte a la cadena de comercialización.

Rodríguez de Vera reconoce que, muchas veces, el producto de comercio justo no es accesible "a todos los bolsillos", pero su objetivo es popularizarlo a precios razonables. El consumidor debe ser consciente de que compra "un producto de calidad, ecológico y con un valor de respeto a la naturaleza y al ser humano", puntualiza.

En este sentido, Eticambio solo importa productos que no se producen en España y que se elaboran en condiciones éticas y respetando el medio ambiente. El fin de esta política es no entrar en competencia con el pequeño campesinado local de la Región que también necesita condiciones de comercio justo.

APOYO A COOPERATIVAS

Eticambio paga de forma "justa" a los productores y, como contrapartida, les exigen respetar una serie de criterios como no incurrir en explotación infantil ni trabajo forzoso, crear oportunidades para trabajadores desfavorecidos, respetar el medio ambiente, no discriminar por razón de raza, sexo o religión, tener democracia interna y condiciones de trabajo dignas y seguras.

Eticambio, por ejemplo, trabaja con la productora Coprobich que cuenta con 1.600 asociados de la etnia puruhá, un pueblo de la zona rural de los Andes ecuatorianos. Con este proyecto, puede superar la exclusión social y salir adelante con su propio trabajo.

Asimismo, importan de la cooperativa MASS en Kerala (India), que agrupa a más de 1.500 agricultores certificados de Comercio Justo. Se constituye en 2001 para trabajar de forma ecológica, lo que ha mejorado sus condiciones de salud, convirtiéndose en un proyecto floreciente. Hasta 2001, trabajan con químicos y el campesinado estaba endeudado por la compra de insumos para la tierra, cuya productividad iba en descenso.

Para garantizar que estos productores cumplen todos requisitos existe una triple auditoría. En primer lugar, estas cooperativas cuentan con una reputación; además, tienen que enviar documentos que justifiquen su actividad a las organizaciones que controlan el comercio justo; y, en tercer lugar, se realizan auditorías presenciales.

En concreto, Eticambio ha escogido la certificadora internacional Mayacert, que avala el uso del sello 'SPP', y la empresa también está registrada como operador del Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia.

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