Un experto advierte que la violencia doméstica se utiliza para ganar votos y que no hay una demanda social sobre ello

Actualizado: domingo, 22 junio 2008 13:33

Cree que no se tomará conciencia del problema, "mucho menos en una época de recesión económica donde quien paga el pato es la mujer"

MURCIA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El profesor de filosofía Javier Ortega puso hoy de manifiesto, en una entrevista concedida a Europa Press, que "no hay una demanda social" sobre la violencia doméstica, además de que "los políticos tampoco hacen porque la haya", motivo por el que, advirtió, "al final se convierte en una estrategia para obtener votos".

Este docente del Instituto de la pedanía murciana de Llano de Brujas que, junto con tres mujeres más, le concedieron este año los 'Premios 8 de marzo de la Región de Murcia', acusó a los políticos de ser "ignorantes" sobre este tema, y les aconsejó de "se enteren qué es la violencia doméstica".

En concreto, a Ortega se le premió en la modalidad de 'Hombre Murciano que ha destacado por su trabajo o su actividad en la lucha a favor de la igualdad entre hombres y mujeres', debido a sus trabajos y labor de investigación dentro del ámbito educativo sobre la violencia de género.

Y es que, a su juicio, "no existe una voluntad política por parte del Ejecutivo murciano" para erradicar este problema que, lamentó, "es un tema que se traduce en votos".

La solución, según dijo, para por "asumir muchas responsabilidades, además de una legislación que abarcase el terreno laboral, educativo, sanitario y social", ya que, subrayó, "la violencia doméstica, al ir más allá de la violencia conyugal, afecta a estos ámbitos, por lo que todas las acciones que se tomen tienen que ser conjuntas y reguladas".

"Tiene que haber profesores preparados para incluir todos estos temas en lo que son esas enseñanzas, las tutorías tienen que saber desarrollar esos contenidos y la publicidad que se da es nefasta", criticó este profesor del Instituto de Llano de Brujas.

Al hilo, puso de manifiesto que "en un momento determinado parecía, en principio, que el Ministerio de Igualdad iba a ir orientado a esa dirección y ya no sé qué decir al respecto".

En consonancia, también criticó que "cuando se consultan las estadísticas es lamentable la preocupación que se tiene en la sociedad con respecto a la mujer".

Y es que, concretó, "sólo en 2004, cuando se estuvo gestionando toda la ley integral, como el tema de la mujer era constante en los medios de comunicación, se consiguió que en los baremos de opinión de todo el año se alcanzase una media del 3,8 por ciento de la población española a la cual le preocupaba el tema de la mujer; lo más que se ha conseguido".

Preguntado sobre si es optimista y piensa que se tomará conciencia del problema, recalcó que no, "ni por parte de los políticos ni de la sociedad, muchos menos en una época como en la que estamos, ya que cada vez que hay recesión económica, quien va a pagar el pato es la mujer". "Ha ocurrido durante toda la historia de la humanidad y seguirá ocurriendo", apostilló.

LA INVESTIGACIÓN.

Los orígenes de esta investigación se remontan a 1994, cuando al terminar la carrera investigó las estructuras de la marginación en la Región. Fue en ese momento cuando conoció a una persona, una mujer maltratada con el seudónimo de Mae y que lleva el título de su obra 'La soledad de Mae', publicado en diciembre del pasado año.

Y es que, comentó, "me quedó conciencia de que iba a ser una investigación sobre el maltrato", por lo que sus esfuerzos se dirigieron hacia una investigación antropológica en los centros en donde iba trabajando con los alumnos centrándose "en dos tipos de relaciones: de género y étnicas, al objeto de estudiar la violencia doméstica y la violencia racista".

No obstante, fue después de doctorarse cuando se centró en la violencia doméstica e inició una investigación específica. Ésta se realizó a lo largo de cinco años sobre 682 individuos de 14 a 55 años, con un porcentaje de 70,6 por ciento de mujeres y 29,3 de hombres, "incluidas las víctimas de malos tratos", incidió.

Lo que pretendía, subrayó Ortega, "no era una investigación psicológica ni sociológica, sino antropológica, buscando los valores culturales, el por qué de la violencia doméstica" y que, a su juicio, "va más allá de la violencia conyugal".

"La violencia doméstica se manifiesta en el entorno laboral y demás", siendo, en definitiva, "un modo de organizar la sociedad"; motivo por el que se preguntó "por qué es un tema tan universal y decidí, entonces, investigar las causas, que son culturales".

En esta misma línea, Ortega explicó que "la mayoría de las personas, incluidas las mujeres, culpabilizan a la víctima y siempre se excusa al agresor". Es por ello por lo que afirmó que "toda esa presión hace que la víctima siempre intente dar el peso, diciendo que es culpa suya por no entender a su pareja".

De su estudio, extrae que "la violencia doméstica no es tanto la agresión física, sino construir un mundo docente donde la mujer está sometida a los valores masculinos y de eso, ahora mismo, hay muchísimo, ya que los valores masculinos son preponderantes en esta sociedad".

Por tanto, apostó por "incluir el tema de la mujer y de su situación en el mundo en la educación o, por lo menos, en institutos y de una manera organizada en todas las asignaturas y tutorías y no como un tema transversal, sino propio".