Foto: EUROPA PRESS
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MURCIA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat de Cataluña concederá indemnizaciones, aunque parcialmente, a las familias de las dos personas, una de ellas un joven de 16 años, que fueron asesinadas por Jorge Agustín S.R. en 2011 en Mazarrón durante un permiso que se concedió al preso, interno en tercer grado en la Cárcel de Dones de Barcelona.
Aunque asume su responsabilidad en los hechos en el sentido de que reconoce "la existencia de nexo causal entre las muertes producidas y la concesión del permiso penitenciario, por considerarlo objetivamente inadecuado", discute, sin embargo, la cuantía a indemnizar y aplica, de forma "inapropiada", un baremo expresamente concebido para víctimas en accidentes de tráfico.
Según ha explicado a Europa Press el letrado Jesús Martínez Férez, de TRIUM abogados SLP, "no es lo mismo perder a un esposo y padre de tres tiros en la calle que en un accidente de tráfico, además de que el padecimiento moral y las secuelas psicológicas no son comparables, aunque ambos casos supongan una tragedia".
Por ello, ha mostrado su disconformidad en que se aplique dicho baremo de tráfico al presente caso, al considerar que se trata de una regla "muy cómoda" para indemnizar, pero "absolutamente injusta con los familiares de las víctimas en este tipo de delitos de asesinato".
Hay que recordar que la Generalitat tenía de plazo seis meses para decidir si asumía la indemnización que superaba los 800.000 euros que le reclamaban los letrados que representan a estas dos familias.
El proceso se encontraba entonces en su fase administrativa al reclamar directamente a la Generalitat de Cataluña su responsabilidad patrimonial e indemnizaciones por daños y perjuicios sufridos.
Sin embargo, el letrado Martínez Férez ya ha iniciado las acciones judiciales necesarias para reclamar la diferencia en la cuantía de la indemnización de su cliente, es decir, 250.000 euros, puesto que la Generalitat sólo concede 170.000 de los 420.000 que reclama.
Prueba de lo acertado de la reclamación realizada por los familiares es que la propia sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia condenó a pagar 400.000 euros al procesado en concepto de responsabilidad civil, cantidad ésta que la Generalitat rebaja unilateralmente a menos de la mitad por aplicación de los criterios de valoración establecidos en el baremo de tráfico, tratando de igual modo un doble asesinato que un accidente de tráfico.
De esta forma, ha explicado, notificará al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que su cliente ha sido parcialmente indemnizados por la Generalitat en la fase administrativa, pero continuará el recurso contencioso por la diferencia, 250.000 euros, al objeto de que "se indemnice correctamente por un doble asesinato".
LOS HECHOS
Según entiende el letrado, el permiso que se concedió a este preso, que se encontraba interno en tercer grado en la Cárcel de Dones de Barcelona y a la que no regresó, fue "precipitado y sin las debidas garantías" en el sentido de que tenía unas 26 sentencias firmes condenatorias.
Martínez Férez, que representa a la viuda y al hijo de seis años de una de las víctimas, reanudó hace unos meses la reclamación interpuesta ante la Generalitat. Y es que se considera que la Generalitat, al tener transferidas las competencias en materia penitenciaria, "es la responsable de conceder el permiso penitenciario" al recluso, que en mayo de 2011 se encontraba en la cárcel de Dones de Barcelona cumpliendo una pena privativa de libertad.
Jorge Agustín S.R. fue considerado culpable de un doble delito de asesinato con alevosía al considerar probado el Jurado Popular que mató a dos personas, una de ellas un menor de 16 años.
Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2011, cuando el procesado se trasladó hasta Mazarrón, donde se hospedaba en el hotel Costa.
Cargado con tres armas, sobre las 22.12 horas salió del hotel y casi una hora más tarde se cruzó con una de las víctimas cuando paseaba por la avenida de la Constitución.
Sin "razón conocida", según el fiscal, el acusado se acercó a la víctima, que tenía 32 años, y tras una "breve" conversación sacó una de las pistolas y, de forma sorpresiva y sin dar tiempo a la víctima a defenderse, le efectuó tres disparos a poca distancia que le produjeron muerte de forma casi inmediata.
Seguidamente, se marchó del lugar y dos calles más adelante llegó a la Plaza del Molinete, donde se encontraba sola otra de las víctimas, un joven de 16 años que residía en dicha plaza y que había salido a pasear a su perro.
Cuando el acusado pasó por el lado de la víctima, que se encontraba de pie y parada con las manos metidas en los bolsillos mirando hacia adelante, le efectuó un disparo en la cabeza a corta distancia, produciendo una herida mortal que motivó que falleciera tres días después.
