Guardia Civil ofrece charlas sobre los riesgos de un uso indebido de Internet a escolares, profesores y padres

La Guardia Civil detiene a un hombre por tener archivos pedófilos en el móvil
GUARDIA CIVIL
Actualizado: domingo, 5 julio 2015 1:23

MURCIA, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil, en el marco de las acciones preventivas dispuestas en el Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad en los Centros Educativos y sus Entornos, está realizando una serie de acciones formativas entre las que se incluyen charlas sobre las nuevas tecnologías o los riesgos derivados de un uso indebido de Internet, dirigidas a escolares, profesores y AMPA's.

En ellas se advierte que tanto las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como Internet "no deben suponer un simple juego o un mero entretenimiento y tampoco una manera de conocer amigos, sino como una herramienta de trabajo".

Entre las medidas de seguridad que ofrece se encuentra no divulgar a nadie datos personales propios o de terceras personas y en caso de hacerlo, pues de la manera más segura posible en un entorno conocido. Una vez que se 'cuelga' una fotografía, vídeo o una simple información, se pierde todo el control sobre la misma.

Asimismo, se aconseja no aceptar ni agregar como contactos a desconocidos; no facilitar contraseñas; no contestar correos electrónicos de desconocidos; y si se utilizan programas para compartir música, películas, tener presente que las carpetas que utiliza el programa quedan a disposición de millones de usuarios.

En resumen, no hacer en Internet lo que no harías en la vida real, ya que en Internet se debe utilizar la lógica y el sentido común. Las consecuencias de una mala utilización de la red van más allá del plano virtual, pudiendo generar graves consecuencias reales.

OPERACIONES DE LA GUARDIA CIVIL

En el marco de las distintas operaciones que ha realizado la Benemérita en los últimos años se encuentra la denominada 'Álgebra', desarrollada en marzo de 2011, que se saldó con la detención de un vecino de Murcia, de 46 años, a la que se le encontró una elevada cantidad de material informático relacionado con pornografía infantil en Murcia.

En concreto, en su poder obraban cuatro discos duros que contenían gran cantidad de archivos de pornografía infantil (fotografías y películas de menores de edad desnudos y manteniendo sexo explícito), con capacidad aproximada de 4 TB.

En julio de ese mismo año, en la operación 'Viñeta', enmarcada dentro de la lucha contra la prostitución infantil, se detuvo a seis personas como presuntas autoras de un delito relativo a la prostitución y corrupción de menores en las localidades de Molina de Segura (Murcia), Patiño (Murcia), Cieza (Murcia), Garrucha (Almería), Orihuela (Alicante) y Elche (Alicante).

En diciembre y en el marco de la operación 'Meninas' en Mazarrón, la Guardia Civil arrestó al responsable de abusar sexualmente de dos menores. Aprovechaba las visitas de las menores, amigas de su propia hija, para abusar de ellas.

En octubre de 2012, los agentes detuvieron en Cartagena a dos personas por extorsionar a una familia con imágenes comprometedoras de su hija. Los individuos sustrajeron el teléfono móvil a la pareja de la menor y utilizaron esas imágenes para amenazar y extorsionar a la familia de la chica.

En marzo de este año, la Guardia Civil, en el marco de la operación 'Roll on', detuvo a seis personas, cuatro de ella menores, por difundir imágenes íntimas de una menor y coaccionarla.

La investigación se inició a finales del pasado año, cuando la Guardia Civil recibió una denuncia de una menor de edad la cual manifestaba que se habían difundido archivos audiovisuales de índole sexual en los que ella aparecía y que habían sido grabados por la propia menor para intercambiarlos con un menor con el que mantenía una relación a través de la red (cibersexo).

La última de las operaciones fue el pasado mes de junio cuando los agentes, en el marco de la operación 'Cautela, arrestaron a otra persona con una treintena de archivos pornográficos en los que aparecían niñas con edades estimadas entre 9 y 12 años. La investigación se inició tras dejar este individuo su teléfono móvil en un establecimiento con la intención de que fuera reparado.

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