MURCIA, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
La enuresis o pérdida involuntaria de orina afecta al diez por ciento de los niños entre 5 y 16 años. En la Región de Murcia, se estima que más de 15.000 niños sufre este trastorno, según informaron fuentes de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria en una nota de prensa.
A pesar de su importante prevalencia, esta enfermedad no suele ser motivo de consulta por parte de los padres. Según se desprende del Libro Blanco La Enuresis Monosintomática Primaria en España, presentado hoy en Murcia, el 82 por ciento de los pediatras murcianos considera que la mayoría de los padres no suele acudir por esta causa al médico lo que se traduce, como se desprende del Libro Blanco, en una falta de diagnóstico y de tratamiento de la enfermedad.
El Libro Blanco La Enuresis Monosintomática Primaria en España es una iniciativa de las principales sociedades científicas involucradas en esta enfermedad: la Asociación Española contra la Enuresis, la Sociedad de Endocrinología Pediátrica (SEEP), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), el Grupo de Uropediatría de la Asociación Española de Urología y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), y ha contado con la colaboración de la compañía Ferring. Es la primera iniciativa que se ha realizado en este sentido en nuestro país y probablemente en Europa.
SIETE DE CADA DIEZ NIÑOS, SIN DIAGNÓSTICO.
Se estima que siete de cada diez que sufre este trastorno no está diagnosticado. Entre las causas, los pediatras subrayan la falta de información que existe sobre esta patología, en concreto, sólo el cinco por ciento de los pediatras murcianos considera que los padres están bastante informados sobre este trastorno y el 90 por ciento asegura que el grado de información está relacionado con el infra-diagnóstico.
"La cantidad de niños diagnosticados y tratados de enuresis representan una parte muy pequeña de todos los que sufren este problema", afirmó la doctora Ana María Rodríguez, presidenta de la Asociación de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria de la Región de Murcia.
En este sentido, indicó "muchas veces los padres opinan que la paciencia o restarle importancia al problema es la solución. Otros todavía castigan a los niños que mojan la cama y algunos piensan que el pañal es un buen remedio".
Sin embargo, apuntó, "estas soluciones sólo alargan y empeoran un problema que se podría controlar y prevenir si, por un lado, los padres estuvieran más sensibilizados por el tema y consultarán por este motivo, y por otro, los pediatras pudiéramos contar con herramientas que nos facilitarán el diagnóstico precoz, y por tanto, la instauración de tratamiento".
Una de las principales propuestas del Libro Blanco es la necesidad de incluir la enuresis en los Programas de Salud del Niño. "De esta forma el pediatra preguntaría directamente al padre sobre si el niño sufre este trastorno". Los pediatras considera factible diagnosticar en la consulta de atención primaria la enuresis nocturna.
Según todos los pediatras murcianos consultados, esta enfermedad repercute en el desarrollo madurativo sociológico del niño. El 90 por ciento de los pediatras opina que la enuresis genera fracaso escolar, el 98 por ciento que afecta a su socialización, y un 96 por ciento a su vida familiar.
Según Rodríguez, "estos niños presentan problemas de socialización debido a la dificultad para relacionarse con los demás y por la tendencia a ocultar la enfermedad. Se observa también una disminución de la autoestima y la aparición del fracaso escolar". Pero la repercusión trasciende también a la familia ya que genera sentimientos de frustración en los padres, sobre todo en aquel que también ha sufrido la enfermedad.
El tratamiento está basado tanto en medidas farmacológicas como conductuales. El 89 por ciento de los pediatras considera que la combinación de ambas constituye la elección más efectiva.
Entre las medidas conductuales se encuentra la terapia motivacional, los dispositivos de alarma, ejercicios de entrenamiento vesical y las modificaciones en el estilo de vida como la dietoterapia.
