MURCIA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
La siniestralidad de motoristas en las carreteras regionales ha descendido un 30 por ciento durante los seis primeros meses del año, respecto al mismo periodo de 2009, fecha en la que se produjo un descenso notable de accidentes respecto a años anteriores, pasando por ejemplo de 158 accidentes en 2007 a 81 en 2009.
Con todo, el Gobierno regional sigue pidiendo a los motoristas "prudencia" en la que ya es la segunda operación salida del verano, prevista para este fin de semana, ya que son considerados "uno de los colectivos más vulnerables en los accidentes de carretera"
Así, el director general de Carreteras, José Guijarro, ha informado de las medidas dispuestas en la Red de Carreteras de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia para el verano de 2010, adelantando que se han instalado en los últimos años más de 40.000 metros de barreras de protección de motoristas homologadas, que ya están presentes en el 90 por ciento de las carreteras de titularidad autonómica.
Estas barreras se han fabricado, igual que los cascos de Moto GP y F1, con resinas y refuerzos de fibra de vidrio, que le confieren una flexibilidad que disipa la energía del impacto mediante la deformación de la barrera de protección.
"Hemos reforzado la señalización en los tramos en obras, en las zonas con menor visibilidad nocturna, y se han revisado y puesto a punto los más de 40.000 metros de barreras de protección a fin de garantizar las mejores condiciones en las vías durante las próximas semanas", apuntó Guijarro.
Además, ha recordado que las brigadas de conservación de carreteras, con 150 efectivos, se encuentran plenamente operativos en caso de que sea necesaria su actuación por cualquier incidencia o inclemencias meteorológicas con el objetivo de que el ciudadano reciba siempre una atención prioritaria en cualquier momento del día y cualquier punto del territorio regional.
Por otro lado, la labor del Ejecutivo regional para reforzar la seguridad de los motoristas durante los últimos años ha estado centrada también en el aumento de la señalización y en la instalación de otros dispositivos de mejora de la seguridad vial pasiva, como la instalación de firme antideslizante, de farolas antichoque, o del encendido diurno de las luces de la flota regional de autobuses para mejorar la visibilidad que tienen el resto de conductores sobre el transporte público en vías urbanas e interurbanas.
