La perrera de Murcia obtiene un 'bien' en limpieza de instalaciones pero sólo un 'aceptable' en atención a animales

Actualizado: viernes, 9 octubre 2009 12:41

Murcia es la única ciudad de este estudio, junto con Valladolid, donde no se cobra nada por adoptar un animal

MURCIA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

La perrera de Murcia tiene una calidad superior a la media, ya que las infraestructuras del centro, y la limpieza, mantenimiento y seguridad de sus instalaciones se calificaron con un 'bien', aunque sólo obtuvo un 'aceptable' en los servicios y cuidados destinados a los animales, según un estudio de Consumer Eroski consistente en el análisis de los 18 centros de recogida de animales gestionados, contratados o subvencionados por los ayuntamientos de 18 capitales españolas, entre ellas Murcia.

En el caso de Murcia, se analizó el servicio municipal que opera en la zona. Se trata de un centro con una capacidad para aproximadamente 150 animales --en el momento del estudio el aforo estaba completo-- que, entre otras tareas, se encarga de recoger las mascotas abandonadas y extraviadas, que en 2008 ascendieron a 4.979.

De ellos, el 18 por ciento se abandonaron en vía pública, el 45 por ciento fueron los propios dueños los que le dejaron en el centro y el resto eran animales extraviados o recogidos gratuitamente en los domicilios. Una de cada cinco mascotas abandonadas fueron adoptadas, una de las proporciones más bajas del informe.

Los responsables del centro de protección animal que da servicio a Murcia permiten dejar la mascota en la perrera de forma gratuita, al igual que en Córdoba, Málaga, Oviedo, Sevilla, Valladolid y Zaragoza.

Por contra, en capitales como San Sebastián dejar el animal en el centro en lugar de abandonarlo en la vía pública cuesta 210 euros. Por otra parte, en el centro murciano la adopción de un animal es gratuita, lo que la convierte en la única ciudad del estudio donde no se cobra nada por este servicio, junto con Valladolid.

Asimismo, el centro de protección animal analizado en la capital murciana es de los pocos que reconocen sacrificar a los animales que cumplen el tiempo de estancia en el refugio sin que nadie lo haya reclamado o adoptado (también ocurre en Córdoba, San Sebastián y Zaragoza). En total, en 2008 se sacrificaron 3.516 animales (2.838 perros y 678 gatos, entre los que también había animales con enfermedades terminales o incurables.

En líneas generales, la limpieza y el mantenimiento de las instalaciones se calificaron con una buena nota, porque los técnicos comprobaron que los habitáculos en los que se encontraban los animales contaban con una iluminación y temperatura adecuadas, y de ellos no procedían olores desagradables.

Es más, los responsables del centro aseguraban que la limpieza y desinfección de estas zonas se realizaba a diario. Sin embargo, durante la visita, los técnicos comprobaron que las jaulas no eran lo suficientemente amplias para que el animal se sintiese cómodo.

Además, uno de los puntos a favor del refugio analizado en Murcia es que cuenta con una zona exterior para el recreo y ejercicio de los animales, que se encontraba en un buen estado de limpieza y mantenimiento en el momento de la visita.

SEGURIDAD DE LOS ANIMALES.

Por otra parte, otro de los apartados bien valorados por los técnicos fue la seguridad. Los técnicos observaron extintores, toma de agua y mangueras entre otros elementos de seguridad exigibles en este tipo de instalaciones, y no vieron detectores de humo ni cámaras de vídeo vigilancia.

Teniendo en cuenta, además, que los animales precisan cuidados especiales cada día y los centros de protección animal deben tener una plantilla suficiente como para atenderlos de manera correcta, en la perrera municipal murciana cuentan con cinco veterinarios, a los que se suman cuidadores, personal de administración y guardas de seguridad.

Cuando llega un perro o un gato al centro, se sigue un protocolo relacionado con la salud de estos animales. En el centro analizado en Murcia, se mantiene al animal en una zona de observación sanitaria para comprobar que no es portador de enfermedades que impliquen riesgos sanitarios para el resto de animales o personal del centro.

Después, se identifica al animal con un número individual o un código y se le abre una ficha con sus datos. Sólo se desparasita, se vacuna y se coloca un microchip a los animales objeto de adopción. Una de las carencias percibidas por los técnicos de esta revista es que la sala veterinaria no contaba, entre otros servicios, con quirófano y sala de rayos X.