PAMPLONA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un total de 1.400 personas, según la Delegación del Gobierno en Navarra, se manifestaron esta tarde por las calles de Pamplona a favor de "la independencia de Euskal Herria" y para realizar un llamamiento a la abstención en las elecciones del 9 de marzo.
La manifestación convocada por la izquierda abertzale comenzó al filo de las 17.30 horas en los cines Golem de la capital navarra concluyó en la Plaza del Castillo una hora más tarde. Durante la marcha se escucharon consignas a favor de ANV, de la independencia, y de los presos de ETA.
Detrás de la pancarta, cuyo lema era 'Por el plante en Navarra y la abstención', se encontraban la concejal de ANV del Ayuntamiento de Pamplona Mariné Pueyo y la edil de esta formación en Burlada Maite Ezkurra edil de esta formación en Burlada.
Tras la manifestación, Mariné Pueyo se dirigió a los asistentes y realizó un llamamiento "a la abstención activa, a la lucha y a la insumisión ante unas elecciones antidemocráticas", y afirmó que "la continua vulneración de los derechos de Euskal Herria es muy grave". "Esta situación es un estado de excepción", dijo.
Pueyo criticó a PNV, Nafarroa Bai y a PSOE porque "están imponiendo el estado de excepción e intentan aniquilar al movimiento independentista dando un paso al fraude político". Mariné Pueyo señaló que votar el 9 de marzo "es dar un voto al estado de excepción, es avalar la tortura, las ilegalizaciones y abrir las puertas a un nuevo fraude", apuntó.
"El estado de excepción en el que nos encontramos tiene un objetivo muy claro: acabar con el independentismo vasco", añadió. Asimismo, Pueyo aseguró que "éste es un momento de cambio político para Euskal Herria, estamos en tiempos de definición del modelo organizativo como pueblo".
Pueyo sostuvo que la izquierda abertzale quiere "superar la partición y la negación actual y construir así un nuevo marco político donde se garanticen todos los derechos que tenemos como pueblo, donde todos los proyectos políticos, incluido el independentista, sean realizables; un contexto político marcado por la necesidad de cambio y basado en el reconocimiento de Euskal Herria como sujeto político, el derecho a decidir y la territorialidad", añadió.
Pueyo defendió que casi 30 años después de la Constitución de 1978 "este pueblo sigue sin aceptar la imposición de la asimilación y la partición y gracias a la lucha de los sectores comprometidos con Euskal Herria se ha abierto la posibilidad real para un auténtico cambio democrático que respete el derecho a la libre decisión de este pueblo".
