Unas 2.000 personas se manifiestan en Peque (Zamora) contra del cementerio y por inversiones compatibles con el entorno

Actualizado: sábado, 5 agosto 2006 21:44

PEQUE (ZAMORA), 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

Unas 2.000 personas se manifestaron hoy por las calles de la localidad zamorana de Peque para mostrar su más rotundo rechazo al ofrecimiento realizado esta misma semana por el alcalde del municipio, Rafael Lobato, del PP, para ubicar en este término un cementerio de residuos nucleares.

Del mismo modo, los manifestantes, llegados de diversos pueblos de la comarca zamorana de La Carballeda, de provincias limítrofes como León y Orense e, incluso de Portugal, aprovecharon la ocasión para reclamar inversiones públicas en proyectos que sean compatibles con el desarrollo económico de la zona y con el respeto y el cuidado del entorno.

La manifestación, que estaba encabeza por un gran ataúd negro, comenzó a las 19.00 horas y durante algo más de una hora recorrió las principales calles de la localidad zamorana de Peque, que estaba llena de pegatinas y carteles en contra del ofrecimiento de Rafael Lobato en las que se podía leer "alcalde dimite el pueblo no te admite". Precisamente, el momento de mayor tensión se vivió cuando la cabecera de la manifestación pretendió variar el trayecto inicial para entrar en la calle en la que se encuentra la casa del alcalde de Peque, si bien en el último momento la organización logró convencer a los manifestantes que desistieron de esta idea.

Coincidiendo con este acto de protesta hoy se constituyó también una Plataforma de Vecinos contra el Cementerio Nuclear, a la que se han sumado municipios próximos a Peque. La portavoz de este colectivo, Concha López, mostró su satisfacción por la respuesta que han dado los ciudadanos a esta manifestación cuyo principal objetivo era exigir la retirada inmediata del ofrecimiento para que Peque acoja un cementerio de residuos nucleares.

Del mismo modo, desde la Plataforma Vecinal contra el Cementerio Nuclear reclamaron la dimisión inmediata del alcalde de Peque y de los tres concejales que integran el Consistorio (dos del PP y uno independiente) ya que, según denunció Concha López, son los responsables de que este pequeño pueblo zamorano esté viviendo "una pesadilla". López mostró su indignación ya que los ciudadanos de Peque y comarca se han enterado del proyecto del alcalde a través de los medios de comunicación y aseguró que en esta zona "no había ni siquiera rumores".

En el mismo sentido se pronunció Luis Martín, otro de los miembros de la Plataforma y vecino de la localidad de Santa Eulalia, situada a unos dos kilómetros de Peque, que, tras criticar la "actitud irresponsable" de Rafael Lobato, denunció también la política del Ministerio de Industria en el proceso de selección de la localidad que acogerá el cementerio de residuos nucleares.

Luis Martín pidió al Ministerio de Industria otro tipo de fórmula para seleccionar el lugar idóneo para acoger este cementerio ya que "siempre habrá lugares deprimidos y con poca capacidad de respuesta social y alcaldes poco enterados --como ha su juicio ha ocurrido en Peque-- dispuestos a ofrecer sus pueblos" para este tipo de proyectos.

La manifestación terminó con la lectura de un manifiesto redactado por la Plataforma de Vecinos en Contra del Cementerio Nuclear en la que advierten al alcalde de Peque de que la falta de lugares dispuestos a admitir el cementerio nuclear convierte inmediatamente a este pueblo zamorano "en firme candidato a acoger el cementerio".

En este escrito los vecinos de Peque y comarca también mostraron su rechazo a las autoridades a las que acusaron de ofrecer todo tipo de incentivos económicos inmediatos para convencer a los pueblos para que acojan en su territorio este tipo de proyectos "conscientes del daño irreversible que se creará poco después y de forma permanente a la población".

"La presencia del cementerio de residuos radiactivos arruinaría el desarrollo de una comarca que tiene en la belleza y el valor ecológico de sus paisajes uno de sus principales ejes de recuperación y progreso económico", concluye el manifiesto en el que la Plataforma vecinal advierte de que la "codicia inmediata" de unos pocos podría destruir "este magnífico entorno que estamos obligados a transmitir en las mejores condiciones a nuestros hijos y descendientes".