El juicio comenzó en octubre con el lanzamiento de globos naranjas y la incomparecencia de varios acusados
MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los 40 presuntos miembros de la rama juvenil de ETA, SEGI, que se enfrentan a penas de entre seis y doce años de cárcel por integración en organización terrorista en el marco del juicio que la Audiencia Nacional ha dejado este martes visto para sentencia han trasladado su deseo de que este traiga "cuarenta soluciones".
"Esperamos que este juicio suponga un paso en la resolución del conflicto y traiga 40 soluciones", ha señalado a modo de portavoz de todos los imputados Ainara Bakedano Cuaresma en el uso del derecho a la última palabra al término de la sesión judicial.
El fiscal Luis Barroso ha elevado a definitiva su petición de seis años de cárcel, mientras que Dignidad y Justicia solicita 12 años de prisión a los considerados dirigentes de la organización y diez años para el resto. El juez Fernando Grande-Marlaska consideró que SEGI constituía la "academia terrorista" de ETA.
Los acusados, que han considerado que se les enjuicia por su "actividad política", han encontrado el apoyo de casi medio centenar de representantes políticos y sociales, entre los que se encuentra Jesús Eguiguren y Rafaela Romero, que han suscrito un manifiesto pidiendo la nulidad de la causa y su puesta en libertad.
La vista oral comenzó el pasado octubre con la incomparecencia de cuatro procesados. Aunque no acudieron a la Audiencia Nacional, si aparecieron en un vídeo difundido para anunciar una "dinámica de desobediencia" y animando a pasar "de la solidaridad al compromiso para construir una Euskal Herria libre". Se trataba de Irati Mujika, Idoia Iragorri, Unai Ruiz y Goizane Pinedo.
Al inicio del juicio, celebrado en la sede que la Audiencia Nacional tiene en San Fernando de Henares (Madrid), los acusados presentes lanzaron varios globos naranjas para reclamar la libertad de Luis Goñi, condenado a seis años de cárcel por su pertenencia a SEGI, y exigieron un "tiempo de soluciones" por la "autodeterminación de Euskal Herria".
SEGI PERSIGUE CAUSAR "UN PROFUNDO TEMOR"
El fiscal define en su escrito de conclusiones provisionales a SEGI como una "organización juvenil creada en el seno del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) que complementa la actividad de lucha armada de la banda terrorista ETA mediante actos de 'kale borroka' o lucha callejera" y persigue producir un "profundo temor atacando al conjunto de la sociedad democrática y constitucional del Estado de Derecho".
Argumenta que, al igual que sus antecesoras Jarrai y Haika, fue declarada por el Tribunal Supremo en 2007 como parte de la organización terrorista ETA y era controlada por la ilegalizada KAS y su sucesora, EKIN.
Los acusados fueron detenidos en noviembre de 2009 tras la detención el 11 de abril de ese año en una estación de tren de París del entonces número dos del aparato logístico de ETA, Ekaitz Sirvent. Al etarra se le incautó un documento titulado 'La organización de la revolución juvenil en Euskal Herria', en el que se analizaba la situación de la organización y se daban directrices a SEGI.
En un documento incautado se detallaban acciones contra "intereses económicos (correo, telefónica, estaciones de tren...), bienes o sedes gubernamentales (diferentes delegaciones, INEM...), símbolos (quemas masivas y públicas de banderas, paneles, placas en recuerdo de fascistas...)" y hacer "señalamientos contra las diferentes policías, tanto bienes como representantes de partidos políticos represores (UMP, PSF, PSOE-PSE-PSN, UPN, PP...) y trabajo de señalamiento contra fuerzas autonomistas y regionalistas".
En los registros ordenados por el juez Grande-Marlaska se incautaron también panfletos, librillos, pegatinas, camisetas y tazas con inscripciones relativas a SEGI y otras plataformas "pantalla". De la investigación también se deducía que SEGI se estructuraba en una dirección nacional que estaba subdividida en herrialdes (provincias), eskualdes (comarcas) y 'taldes', vinculados a la organización terrorista.
El proceso se ha seguido contra los presuntos integrantes de la rama juvenil de ETA Irati Mujika, Ainara Bakedano, Jon Anda Vélez, Gaizka Likona, Olatz Izaguirre, Jon Tellería, Asier Coloma, Ibai Esteibarlanda y Carlos Renedo.
Además están acusados Jon Ciriza, Aitziber Arrieta, Garazi Rodríguez, Maialen Eldua, Eihar Egaña, Euken Villasante, Mikel Esquiroz, Mikel Ayestarán, Xumai Matxain, Aritz López Ugarte, Eñaut Ayarzaguena, Mikel Totorica, Nahaia Aguado, Idoia Iragorri, Xabier de la Maza, Haritz Petralanda, Joseba Dalmau, Zuriñe Gogenola, Jon Ligüerzana, Néstor Silva, Unai Ruiz, Goizane Pinedo, Jagoba Apaolaza, Zumai Olalde, Aitor Ligüerzana, Bittor González, Amaia Elkano, Garbiñe Urra, Itxaso Torregrosa, Oier Zúñiga, Fermín Martínez y Artzai Santesteban.
