MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 60 por ciento de los restaurantes de Madrid de más de 100 metros cuadrados han mostrado interés en adecuar sus instalaciones a los requerimientos de la Ley de Prevención del Tabaquismo, pero todavía hoy, pasados dos días desde la entrada en vigor de la Ley, no han finalizado las obras necesarias como para permitir a sus clientes fumar, según un estudio publicado por la empresa 'Aire Limpio'.
En declaraciones a Europa Press, el director general de esta empresa, Policarpo González, aseguró que 541 de los restaurantes de más de 100 metros cuadrados de Madrid "muestran un interés decidido por cumplir con los requisitos de la Ley antitabaco y tienen ya un proyecto", y puso de plazo "las próximas semanas o meses" para que puedan "cumplir al 100".
González denunció "una cierta incertidumbre entre la Ley nacional y los distintos proyectos en las comunidades autónomas" que, a su juicio, ha llevado a "una ralentización en el acometimiento de reformas" que ha provocado que no todos los restaurantes que han querido adaptarse lo hayan conseguido a tiempo.
No obstante, aunque afirmó que le hubiera gustado que "hubiera habido una mayor clarificación por parte de todos y se hubiera podido realizar a un mayor ritmo este tipo de obras" se mostró "satisfecho" con lo conseguido hasta ahora.
"UNA BUENA INVERSIÓN"
Así, el director general de 'Aire Limpio' defendió la decisión de los hosteleros de acometer las obras para adaptarse a la Ley ya que, según dijo, el coste de la habilitación "es menor de lo que parece", de unos 4.000 euros en el caso de un establecimiento medio de unos 150 metros cuadrados, y "tiene un retorno de inversión rápido debido al incremento de la calidad del aire interior".
"La gente lo que quiere tener en un restaurante es una experiencia positiva: una buena comida, un buen servicio, el aparcar bien, y la calidad del aire interior también es una activo importante", apuntó González que aseguró que "el ambiente agradable es un factor cada vez más pedido tanto por los fumadores como por los no fumadores".
Según González, está demostrado que mejorar la calidad del aire interior de un restaurante tiene un beneficio en dos vías: uno, en una mayor satisfacción de los clientes, que, "al estar satisfechos van a permanecer más tiempo, van a consumir más" y dos, "en una mejora sanitaria".
"Al cuidar la calidad del aire interior, el personal está respirando mejor y eso va a tener un impacto directo en la salud y calidad de vida de los trabajadores", afirmó.
