EB/IU presentan la Declaración Política sobre Paz y Normalización que será su "hoja de ruta" en la próxima legislatura
SAN SEBASTIAN, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, afirmó hoy que "dar la voz a la sociedad en el camino hacia la Paz y la normalización política" es "un reto pendiente de la democracia española", al tiempo que apostó por el diálogo político entre "el conjunto de fuerzas políticas vascas, sin más exclusión que la de quienes se quieran autoexcluir", como "piedra angular" para superar "en clave democrática, pacífica y consensuada" el "conflicto político".
Llamazares hizo pública hoy en un acto de precampaña electoral en San Sebastián, en el que también participaron el coordinador general de EB, Javier Madrazo, y la cabeza de lista de la citada formación al Congreso por Guipúzcoa, Isabel López de Aulestia, la Declaración Política sobre Paz y Normalización, de ocho puntos, aprobada por la presidencia de EB en Bilbao el pasado martes y que será la "hoja de ruta" de ésta formación durante la próxima legislatura.
El coordinador general de IU reivindicó el "diálogo sincero" entre el Gobierno vasco y el nuevo Gobierno del Estado, para "alcanzar un acuerdo de mínimos" con base en la "defensa de los Derechos Humanos y la aceptación del derecho a decidir". De esta forma, consideró que la Declaración de Downing Street, "que marcó el punto de partida de un auténtico proceso de paz y normalización política" en Irlanda del Norte, es un "referente válido" en el País vasco.
Llamazares afirmó que dar la voz a la sociedad "en el camino hacia la paz y la normalización política" es "un reto pendiente de la democracia española" y, "sin duda alguna", está "en el origen de fracasos como el de Argel, Lizarra o Loiola".
Preguntado sobre la proximidad entre la Hoja de Ruta presentada hoy por su formación y las posturas del PNV en la reivindicación del derecho a decidir, Llamazares respondió que antes de que la formación jeltzale se posicionara sobre esta cuestión, su formación "ya lo recogía en sus textos desde hace décadas". Además, destacó que se trata de una posición "favorable a la Paz" y opinó que "no se puede comenzar las legislaturas con la expectativa positiva de Paz y terminarlas con el pesimismo de las ilegalizaciones".
A su juicio, los ciudadanos "tienen derecho a la verdad", que "significa lucha antiterrorista frente a los que ejercen la violencia", y al mismo tiempo, "puentes políticos para acabar con ésta en el momento en el que se produzca el cese definitivo de la actividad armada".
DIÁLOGO POLITICO.
Llamazares apostó por el diálogo político, tanto en el ámbito parlamentario como en el social, como "piedra angular para tejer un acuerdo amplio y mayoritario", que permita "cohesionar y articular" a la sociedad vasca. De esta forma, subrayó que la superación, "en clave democrática, pacífica y consensuada del actual conflicto político", requiere de "la apertura de ese proceso de diálogo y acercamiento entre todas las fuerzas políticas vascas, sin más exclusión que la de quienes se quieran autoexcluir".
El coordinador general de EB recordó que todo proceso de Paz y diálogo exige "la Defensa de los Derechos Humanos, una apuesta inequívoca por vías exclusivamente políticas y democráticas" y "el cese definitivo, y sin condiciones, de toda expresión de violencia".
En este contexto, consideró que la izquierda abertzale tiene "la obligación política y ética de suscribir esos principios", como "hizo en la Declaración de Anoeta en 2004", y actuar "sin la presión ni la amenaza de ETA". "Esta es una demanda social que no podrá eludir indefinidamente", añadió.
Además, calificó de igualmente "imprescindible" reiterar el compromiso "activo con todas las víctimas de la violencia, sin exclusión de ninguna de ellas" y sin usarlas de manera "partidista o manipulando su dolor y sufrimiento".
LEY DE PARTIDOS.
En cuanto a la Ley de Partidos, Llamazares reiteró el rechazo de su formación a la misma ya que, a su juicio, un Estado de Derecho debe mostrar "en todo momento su autoridad moral sobre el terrorismo y quienes lo legitiman", siendo "garante de una política penitenciaria justa y una legislación respetuosa con los derechos democráticos". Por ello, reivindicó que sean los ciudadanos "quienes decidan con su voto quien les representa" y quien "no debe hacerlo por su actividad ante la violencia".
Finalmente, apostó por una izquierda "fuerte" que pueda asumir el "reto" de impulsar la paz y la normalización, así como un "Estado federal, plurinacional, solidario y republicano en el que todos los pueblos se sientan representados" y en el que las aspiraciones de la ciudadanía vasca "a poder decidir su futuro" encontrarían "encaje político y jurídico natural".
