TOLEDO, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo ha decidido absolver a un hombre del delito de abuso sexual cometido contra su hijo de siete años en el domicilio familiar en Torrijos (Toledo) desde el año 2001 del que se le acusaba.
Según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sala destaca que el testimonio del padre durante el juicio oral fue persistente al negar los hechos, no aportando nada en relación a los mismos salvo que no habían ocurrido y preguntándose si su hijo no está encubriendo a otra persona mayor que sí podría haber abusado de él, y no pudiendo explicar de dónde ha adquirido el chico la información sexual de que dispone.
Por el contrario, la declaración del menor fue "contradictoria y escasamente esclarecedora" y con divergencias relevantes, a pesar del "desparpajo" y la "labilidad" empleada por la víctima durante el juicio oral. Así, se valora que el chico incurrió en mentiras y desviaciones innecesarias "incluso cuando no se le preguntaba sobre ello".
El Tribunal opina que el menor no es veraz en su relato, preguntándose si su actitud responde a que trata de proteger a su madre tras una separación traumática o por albergar un deseo de venganza contra el padre por este mismo motivo.
No obstante, considera que tampoco se puede afirmar que no haya ocurrido algún hecho "porque algo que se desconoce a debido ocurrir, desde luego de contenido libidinoso para que haya incidido en la precoz y acentuada sexualidad que se acredita de la víctima", aunque se desconoce con certeza "qué es lo ocurrido realmente, si es lo denunciado y quien o quienes son sus autores".
Los hechos juzgados habrían ocurrido a partir del 2001, aprovechando que la entonces esposa del acusado y madre del menor se ausentaba del domicilio, momento en que el acusado le mostraba revistas y películas pornográficas a su hijo, haciendo posteriormente que le efectuara felaciones o masturbaciones, puntos estos últimos que el Tribunal no ha considerado probados, absolviendo al acusado de los mismos.
El Ministerio Fiscal solicitaba para el imputado nueve años de prisión y la prohibición de aproximarse al menor a menos de 200 metros por diez años, junto a una indemnización de 12.000 euros por los daños morales. La Acusación particular pedía una pena de 12 años de prisión, la prohibición de acercar o comunicar con el menor en diez años y una indemnización de 60.000 euros por daños morales.
