ALICANTE, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El juzgado de Menores número uno de Alicante ha impuesto dos años de internamiento en régimen semiabierto al joven acusado de atropellar mortalmente el 27 de octubre a 2007, cuando conducía un coche siendo menor, a una adolescente de 14 años que se encontraba, junto con otros tres chicos que resultaron heridos, en una calle de la localidad alicantina de Elda, medida que queda suspendida condicionada al adecuado cumplimiento de los tres años de libertad vigilada a los que igualmente le ha sentenciado y a no ser condenado en otra causa ni a incurrir en nuevas infracciones.
Además, le impone 150 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad y le priva del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo de cinco años. La magistrada considera al acusado, J.C.V., actualmente mayor de edad, autor de un delito de homicidio por imprudencia grave y de tres delitos de lesiones por imprudencia grave en relación con un delito de conducción temeraria.
La magistrada decidió aplicar esta suspensión de la medida privativa de libertad atendiendo a lo expuesto en los informes del equipo técnico, de la psicóloga particular, que trató al menor desde enero hasta junio de 2008, y de la perito psicóloga. De esta forma, ha estimado que "con tales informes, objetivos e imparciales, acordar una medida privativa de libertad tendría su base exclusivamente en la retribución, con olvido de los principios inspiradores" de la jurisdicción del menor, que deben tener un "carácter mixto sancionador, de un lado, y educativo, del otro, debiendo prevalecer como criterio" el beneficio del menor.
De esta forma, el equipo técnico informó de que el acusado "no presenta ningún factor de riesgo que precise ser tratado desde el medio cerrado" y tampoco observó en su informe "ningún riesgo de reincidencia". Por su parte el equipo del centro de internamiento en el que estuvo el acusado, precisó en su informe que coincidía con las conclusiones del equipo técnico.
Asimismo, la psicóloga particular que trató al acusado informó de que se encuentra en tratamiento psiquiátrico y psicológico desde el mes de enero y de que "los sentimientos de autoinculpación le dificultan el inicio del proceso de elaboración del duelo o de concederse mejoría, sosteniendo la clínica depresiva hasta la ideación de la muerte". Por su parte, la perito psicóloga alegó que el acusado presenta "un cuadro depresivo tan grande que le lleva a la autoexculpación en cualquier área de su vida".
Por todo lo expuesto en estos informes, la juez no tiene "ninguna duda del arrepentimiento del menor" y considera que el hecho alegado por la acusación particular de que el acusado no se ha dirigido a las víctimas para pedir disculpas "hay que ponerlo en relación con las circunstancias del caso". Así, la juez estima probado que "en un primer momento sí que se ofreció tal aproximación a la familia de la fallecida a través de su abogado, declinando los padres el acercamiento".
En este sentido, la sentencia recoge que no hay que olvidar que por la propia acusación se pide para el acusado una medida de alejamiento durante cinco años, "lo que da una idea de las dificultades del diálogo y el perdón entre ambas familias".
El tribunal ha procedido a aplicar las medidas solicitadas por el ministerio fiscal "como más educativas" frente a las propuestas por la acusación particular que pidió que al acusado se le aplicara una pena de cuatro años de internamiento en régimen semiabierto, seguido de cuatro años de libertad vigilada y prohibición de acercarse a sus demandantes durante cinco años por el delito de homicidio imprudente, 100 horas de prestaciones en beneficio de comunidad por cada uno de los tres delitos de lesiones imprudentes y la medida de dos años de internamiento cerrado por la conducción temeraria y en todo caso la privación del derecho de conducir vehículos a motor por un tiempo de cinco años.
Los hechos sucedieron el pasado 27 de octubre cuando el acusado, que entonces tenía 17 años, perdió el control del coche que conducía al tomar una curva en una zona céntrica de Elda, por lo que se subió a una acera llena de gente durante 13 metros.
Mientras conducía por esta zona, el conductor golpeó y derribó a dos chicas y un chico, todos ellos menores, y arrolló a la menor fallecida. Como consecuencia del atropello, la víctima murió en el acto, al sufrir un traumatismo craneoencefálico mientras que los otros tres menores resultaron heridos de distinta consideración.
