Un acusado por el incendio de Rota (Cádiz), al que los otros dos apuntan como autor, dice no recordar "nada"

Actualizado: miércoles, 11 junio 2008 17:28

CÁDIZ, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

El juicio por el incendio originado en una vivienda de Rota (Cádiz) en septiembre de 2005 y que ocasionó la muerte de dos personas --un hombre de 21 años y su hija de once meses-- comenzó hoy en la Audiencia Provincial de Cádiz con tres militares acusados, de los que dos apuntaron a uno de ellos como el supuesto autor del incendio, que declaró no recordar "nada" al haber ingerido alcohol, drogas y estar bajo tratamiento psiquiátrico.

Según el escrito de calificación al que tuvo acceso Europa Press, los hechos ocurrieron en septiembre de 2005 cuando los tres acusados fueron a comprar cocaína, por lo que se desplazaron en un coche a la calle Virgen de las Nieves en Rota, donde encargaron a I.B.B. que se la consiguiera, para lo que le dieron 60 euros.

Según declararon los acusados, les entregó una bolsa con una sustancia que finalmente no era cocaína, por lo que uno de los acusados propuso ir a comprar gasolina para prender fuego al bloque de pisos donde había visto entrar a I.B.B. Así, fueron a la gasolinera más cercana y adquirieron gasolina, dirigiéndose luego otra vez al bloque de pisos citado.

Allí, vaciaron la bolsa de carburante sobre unos ciclomotores que había en los bajos de la escalera y encendieron la gasolina, lo que provocó un incendio que causó la muerte del hermano de I.B.B. y su hija de once meses, así como lesiones a tres de los inquilinos.

Por todo ello, la Fiscalía pide para dos de los acusados, J.F.P.S. y A.F.G., penas de 54 años de prisión --15 por el incendio, otros 15 por casa una de las muertes consideradas como asesinatos y tres por cada uno de las lesiones--, mientras que para el tercero de los acusados, J.C.L., solicita 36 años de cárcel --diez por el incendio, otros diez por cada muerte y dos más por cada uno de los delitos de lesiones--.

En las declaraciones de los acusados, el primero de ellos, A.F.C., relató los hechos ocurridos ese día y señaló que tras haber salido por la zona de los bares fueron a comprar cocaína porque uno de ellos quería adquirirla. Así, se dirigieron a una barriada, en la que ocurrieron los hechos, y se encontraron con I.B.B. al que dos de ellos, A.F.C. y J.C.L., le entregaron 60 euros y le bajó una bolsa que luego resultó no ser la sustancia requerida.

Según indicó, esto hizo que J.C.L. se "cabreara porque lo habían estafado". Asimismo, señaló que cuando "parecía que se le había pasado" fueron a una gasolinera "a comprar tabaco" y manifestó que fue J.C.L. el que compró la gasolina. Posteriormente, según relató A.F.C. volvieron a la zona donde habían intentado comprar la droga y aunque intentó quitarle la bolsa con gasolina a J.C.L., porque "no sabía las intenciones que tenía", éste le dijo que "sólo quería asustarlo".

A.F.C. aseguró que al no conseguir arrebatarle la bolsa de gasolina a su compañero se fue de la casa y después siguió a su compañero que salio corriendo hasta el coche. Asimismo, aseguró que no escuchó a nadie gritar ni pedir auxilio y que se enteró de lo que había sucedido al día siguiente por las noticias.

Además, A.F.C. declaró que no dijeron nada a la Policía por "miedo" a lo que les pudiera pasar, así como que desconocía que J.C.L. tenía "problemas" y estaba con tratamiento psiquiátrico.

Por su parte, el segundo de los acusados (J.F.P.S.) coincidió en la declaración del primer acusado en que él no estaba presente cuando encontraron al hombre que le vendió la droga, así como que se quedó dentro del coche, al estar "cansado", tanto en la gasolinera como cuando fueron a prenderle fuego a la vivienda.

"PROBLEMAS" CON LAS DROGAS Y TRATAMIENTO PSIQUIÁTRICO.

El tercero de los acusados (J.C.L.) declaró que el día de los hechos había consumido antes de salir (durante el día) cocaína y que además ingirió bastante alcohol durante la noche. Esto le provocó, según relató, que después de salir de la zona donde habían estado tomando copas ya no recordara "nada" de lo que sucedió, aunque reconoció que era él quien conducía el coche.

En este sentido, aseguró que no recordaba nada de la gasolinera ni de volver para prenderle fuego a la vivienda y señaló que se enteró de los hechos al día siguiente por las noticias. Asimismo, declaró que le habían contado que A.F.C. fue quien echó la gasolina y él quien le prendió fuego.

J.C.L. manifestó que cuando se enteró de los hechos llamó a sus padres para decirles que tenía un "problema muy grande", que se encontraba "muy mal anímicamente", porque además su "mejor amigo" se estaba muriendo en Madrid por una sobredosis. Por ello, finalmente se dio de baja del Ejército por depresión.

El acusado afirmó también que en el momento de los hechos se encontraba en tratamiento psiquiátrico y señaló que con anterioridad lo habían echado del ejército y lo habían readmitido posteriormente tras haberle hechos unas pruebas.

J.C.L. declaró que desde los 13 años había tenido problemas con las drogas, lo que le había llevado incluso a "agredir" a sus padres y a intentar suicidarse en una ocasión. Además, aseguró que le habían diagnosticado trastorno de personalidad y trastorno ansioso depresivo severo. Asimismo, indicó que actualmente tiene aplicado en prisión, donde afirmó que seguía consumiendo drogas, el protocolo de suicidio.