El acusado de matar al dueño de un bar en Jerez (Cádiz) dice que no recuerda nada porque estaba "borracho"

Actualizado: lunes, 20 abril 2009 21:04

JEREZ DE LA FRONTERA (CÁDIZ), 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El joven de 23 años de nacionalidad ucraniana, V.Z, acusado de asesinar presuntamente a J.M.B.M, el propietario de una conocida tortillería del centro de Jerez de la Frontera (Cádiz), en agosto de 2007, aseguró hoy en su declaración ante el juez y el jurado popular que no recuerda nada de lo ocurrido porque la noche de los hechos "estaba borracho" y había consumido "cocaína".

En la primera vista del juicio celebrado en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, en Jerez, el imputado que vivía en España "de forma ilegal" declaró como acusado de un delito de asesinato, hurto y hurto de uso y aseguró haber sufrido una pérdida de memoria después de que la víctima, de 44 años, "le agarrara fuertemente por el brazo y se asustara".

Según relató con la ayuda de una intérprete, los hechos se produjeron de madrugada, cuando ambos regresaban a la casa del fallecido donde el presunto autor se alojaba desde hacía menos de 15 días cuando, durante el transcurso de una fiesta, la víctima le ofreció venirse a vivir de Brenes (Sevilla) a su casa de Jerez "hasta que encontrara un trabajo".

Hasta el día de los hechos, el joven, que empezó a trabajar pintando una casa de campo de los padres del propietario, señaló que "no tuvo ningún problema" con el fallecido, del que dijo que "le llevó al Hospital cuando tuvo una otitis y le dio de comer cuando se le acabó el dinero".

La noche de los hechos, tras "estar de fiesta toda la tarde", el acusado fue a buscar al dueño del bar al establecimiento que regentaba y se marcharon juntos en el coche de la víctima a su casa. Una vez allí, según la versión del joven, cuando se dispuso a cambiarse de ropa "porque había quedado con su novia" en la única habitación que tenía la vivienda, J.M.B.M, entró y, "acariciándole", le preguntó "si quería probar con un hombre".

Tal como aseguró la Fiscalía en su escrito, mientras que el acusado aseguró ante el juzgado de Instrucción jerezano que ambos dormían juntos en la única cama que había en la habitación, hoy en la sala el joven rechazó esta posibilidad, afirmando que dormía en el salón, pese a que la cama de la víctima fue encontrada "con manchas de sangre".

En ese momento, el acusado le dijo que "no le gustaban los chicos" y, según su testimonio, fue entonces cuando la víctima "le agarró del brazo" y se asustó al pensarse que "iba a abusar sexualmente de mí" y "no me dejaba tranquilo".

Como consecuencia, tal y como agregó su letrado, su "estado de nerviosismo y ofuscación" le llevó a "no recordar nada" desde ese momento hasta que encontró el cuerpo de la víctima en la cocina de la vivienda. Aunque negó haberlo encontrado en un charco de sangre, como admitió en su primera declaración en los juzgados, manifestó que tras encontrarlo "se lavó las manos y se cambió la ropa", y cogió la llave del coche de la víctima para marcharse.

Por su parte, tanto la Fiscalía como la acusación particular, ejercida por el letrado Juan Pedro Cosano, que piden penas de cárcel de 23 y 26 años, respectivamente, señalaron hoy en sus respectivos escritos que el acusado "lo mató por sorpresa causándole más dolor del preciso para morir" y lo hizo "conscientemente". Asimismo, este último añadió que el cuerpo del fallecido cuando fue encontrado al día siguiente tenía "44 puñaladas", procedentes de un cuchillo de cocina.