MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Dos agentes de la Unidad de Central de Información Exterior (UCIE) confirmaron hoy ante el tribunal del 11-M que las unidades caninas que inspeccionaron la finca de Morata de Tajuña (Madrid), donde se prepararon y almacenaron los explosivos utilizado en los atentados, dieron resultado negativo. También detallaron que se encontraron restos de detonadores en la casa, así como munición sin detonar.
Durante su comparecencia ante el tribunal, los dos miembros de la UCIE precisaron también que en la finca apenas se encontró documentación salvo alguna anotación en árabe -entre ellas un papel con un teléfono anotado-- y que las unidades del departamento de Policía Científica se hicieron cargo de las diferentes pruebas biológicas y personales encontradas.
Una funcionaria de esta Unidad describió que en uno de los cobertizos de la finca apareció una especie de zulo construido con ladrillos y forrado por poliespan. El agujero estaba cubierto con una serie de placas, que fueron requisadas por los agentes de policía científica.
También relató que en el porche de la vivienda se localizó un hueco donde se había introducido dentro de una bolsa una serie de cartuchos de arma de fuego, aunque no pudo precisar el calibre. Además, subrayó que en dicho registro se detectaron diversas carcasas de teléfonos pero en ningún caso se localizaron tarjetas SIM.
A su vez, la funcionaria de la Policía aclaró que durante la intervención en la finca se detectaron restos de detonadores quemados en la chimenea y en el exterior del recinto.
Por su parte, el segundo agente de la UCIE en comparecer afirmó que "básicamente" no se localizó documentación, y que en ningún caso se hallaron documentos de identidad. También precisó que la finca disponía de un generador eléctrico y que había "alguna bombilla suelta" en la casa.
La sesión de la jornada finalizó a las cinco y media de la tarde de hoy después de que el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, anunciara que el programa previsto había sido agotado.
La vista se reanudará mañana con las declaraciones de los hermanos Kumar, propietarios de la tienda en la que se vendieron los teléfonos utilizados para el montaje de las bombas y otros objetos realizados con la comisión de la masacre.
