VALLADOLID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, explicó hoy que el asilamiento en la cárcel de Topas (Salamanca) de siete presos islamistas radicales que podrían formar un grupo peligroso es una muestra del control que se hace a la población reclusa en los centros penitenciarios.
De este modo se pronunció Alejo tras trascender la decisión de la dirección del Centro Penitenciario de Topas de aislar a siete presos islamistas radicales que podrían formar un grupo peligroso puesto que extorsionaban a otros reclusos en el cumplimiento riguroso de ritos musulmanes.
Alejo enmarcó esta actuación en el "trabajo ordinario y normal" del seguimiento de los reclusos que se hacen en los centros penitenciarios en los que hay, según explicó, internos de distintas procedencias que son "seguidos de cerca".
El delegado del Gobierno insistió en el control que se realiza en todos los centros penitenciarios y aclaró que las medidas de seguridad son permanentes tanto dentro como fuera de las cárceles. "Estas noticias son consecuencia de que efectivamente hay un control absoluto de lo que pasa fuera y dentro en los temas de seguridad", sentenció Alejo.
