MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, indicó hoy al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno durante su declaración que nunca tuvo intención de injuriar al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y que se limitó a expresar lo que siente como víctima en un contexto de negociación con ETA.
Según la transcripción de su declaración, que trascendió después de su comparecencia ante el magistrado, Alcaraz --acusado por la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE) delito de injurias y calumnias graves contra el Gobierno de la Nación-- indicó a Moreno que algunas de las declaraciones a las que hace alusión la querella presentada en su contra "son metáforas".
"En la denuncia se han querido sacar de contexto dándoles otro sentido", explicó Alcaraz que se negó a contestar a las preguntas formuladas por los querellantes.
"EMBAJADOR DE ETA"
Entre las frases pronunciadas por el presidente de la AVT se encuentran manifestaciones como: "la ruptura del diálogo tras el atentado de la T-4 es un paréntesis que tanto ETA como el Gobierno han ideado para retomar el proceso", "el diálogo con ETA supone legitimar los cientos de asesinatos y los miles de heridos provocados por la barbarie terrorista" o "Zapatero es el embajador de ETA, el presidente hace tiempo que habla, siente y padece como los propios terroristas".
El representante de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, Vicente González Mota, declinó hacer preguntas. El Ministerio Público consideraba antes de la decisión tomada por la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que estas dependencias judiciales carecen de competencias para investigar el citado delito.
La Sala de lo Penal obligó el pasado mes de octubre al juez Ismael Moreno a admitir una querella que éste había rechazado inicialmente el pasado 3 de julio contra el presidente de la AVT por un delito de injurias y calumnias graves contra el Gobierno de la Nación.
La querella fue interpuesta por la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE) por unas declaraciones en las que Alcaraz profería hasta ocho alusiones al Ejecutivo socialista y dos contra al propio Zapatero en relación al proceso de diálogo con ETA.
