MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ex alumno Álvaro Aparicio, número uno de cuarto curso de la Academia General del Aire (AGA), con sede en San Javier (Murcia), ha recurrido ante el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, su expulsión del centro decretada como resultado del proceso de investigación abierto tras la lectura que realizó de un manifiesto crítico con el profesorado y los mandos de la AGA en la representación teatral que anualmente se celebra en esta institución la víspera del día de la Virgen de Loreto, patrona del Ejército del Aire, según confirmaron a Europa Press fuentes militares.
Las fuentes consultadas señalaron que el alumno fue expulsado al haber sido considerado por el órgano investigador autor de una falta grave contemplada en el artículo 8.18 de la Ley de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas. La norma establece en dicho apartado que serán sancionados con este tipo de falta los militares que hagan "reclamaciones, peticiones o manifestaciones contrarias a la disciplina o basadas en aseveraciones falsas"; así como aquellos que las difundan "a través de los medios de comunicación social" o "con carácter colectivo".
El sancionado leyó durante la representación teatral ofrecida anualmente por los alumnos en la Academia General del Aire en la víspera del día de la patrona un escrito con críticas y quejas sobre los profesores y mandos de la institución, ante un auditorio en el que se congregaban sus propios familiares y los de los docentes.
La sanción prevista por falta grave implica la baja definitiva en el centro de instrucción, en el caso de que el autor de la falta sea un alumno en periodo de formación militar. Tras conocer la sanción, que se hizo efectiva el pasado 30 de mayo, el número uno de cuarto curso de la AGA se decidió a interponer recurso de alzada contra esta medida ante el actual titular de Defensa. Corresponderá por tanto al actual ministro resolver si procede o no revocar la expulsión del alumno.
Este mismo episodio fue uno de los motivos que precipitaron el pasado 3 de enero la decisión del entonces ministro de Defensa, José Bono, de cesar al máximo responsable de la Academia General del Aire, el coronel Eduardo Garvalena, número uno de la XXX Promoción de oficiales del Ejército del Aire, cuando todavía le restaban seis meses de servicio en ese cargo.
El coronel Garvalena fue relevado por el coronel García Servet el 10 de enero, mientras continuaba el desarrollo del proceso investigador que finalmente culminó con la imposición de la sanción al alumno que leyó el mencionado manifiesto.
