Afirman que "no es posible imponer y mantener en el tiempo estructuras políticas construidas desde la prohibición"
VITORIA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 20.000 personas, según los datos aportados por la organización, se concentraron hoy en los municipios de Gernika, Amorebieta, Durango, el alto de Urkiola, Legutiano y Vitoria en defensa de la consulta y para reclamar el derecho a decidir.
Los asistentes al acto formaron, a través de varios paraguas y cartulinas con los colores de la ikurriña, la frase "Euskal Herria bakea bai, Erabakia bai" (Euskal Herria sí a la paz y a la decisión).
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, acudió hoy en Vitoria, junto a su equipo de Gobierno, al acto organizado por el tripartito (PNV, EA, EB) y Aralar, en favor de la consulta en sustitución de la iniciativa prevista para esa fecha y que, finalmente, no se ha podido celebrar al haber sido prohibida por el Tribunal Constitucional.
En el acto también estuvieron presentes el presidente del PNV, Iñigo Urkullu; la presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao; el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao; el ex lehendakari, José Antonio Ardanza, el ex presidente del PNV, Xavier Arzalluz; el presidente del Gipuzko Buru Batzar del PNV, Joseba Egibar.
Por parte de EB, acudió el coordinador general, Javier Madrazo y la ex parlamentaria, Kontxi Bilbao, por parte de EA, su presidente, Unai Ziarreta y el secretario de Organización y consejero de Justicia, Joseba Azkarraga; por parte de Aralar estuvieron presentes su coordinador general, Patxi Zabaleta y la parlamentaria vasca Aintzane Ezenarro.
Las concentraciones, en las que participaron alrededor de 20.000 personas según la organización, comenzaron a las 11.30 horas en Gernika y se extendieron por los municipios de Amorebieta, Durango, el alto de Urkiola y Legutiano, para finalizar en la capital alavesa con la palabra 'bai' que fue formada por unas 600 personas.
El acto concluyó en la plaza de los Fueros con la lectura en castellano, euskera, inglés y francés, de un manifiesto titulado "Hitza hitz. Sí al pueblo vasco, Sí a la paz, Sí al diálogo político y Sí al derecho a decidir", que fue leído por los parlamentarios de Navarra y el País Vasco Onintza Lasa (EA), Eider Mendoza (PNV), Patxi Teletxea (Aralar) y Antxon Karrera (EB).
El texto recuerda que el 25 de octubre la ciudadanía vasca había sido convocada por el Parlamento vasco para participar en una consulta que fue prohibida por sentencia del Tribunal Constitucional, después de que el Gobierno socialista interpusiera un recurso contra la Ley promovida por la Cámara autonómica.
Asimismo, subraya que las concentraciones en los seis municipios vascos tiene como objetivo manifestar "ante Europa y el mundo" su existencia como pueblo y su derecho a ser consultados para decidir "libre y democráticamente" su futuro.
En este sentido, asegura que, con su presencia conjunta, y por encima de las diferentes ideologías políticas, los congregados dan testimonio de que el pueblo vasco tiene "identidad propia" en el conjunto de los pueblos de Europa, que cuenta con un patrimonio histórico propio, asentado "en siete territorios" y ubicados en dos Estados.
RECHAZO A LA VIOLENCIA
Bajo el epígrafe 'Sí a la paz', el documento expresa su compromiso en defensa de los derechos humanos de todas las personas, rechaza cualquier tipo de violencia, amenaza o utilización "de la misma para alterar la situación política" o los procesos de diálogo y negociación que pudieran establecerse para la búsqueda de soluciones.
Tras señalar que ETA "debe la paz a este pueblo", le exige que exprese "su voluntad inequívoca" de poner fin a la violencia, "de una vez y para siempre", ya que "constituye el primer paso para iniciar un proceso que conduzca al final dialogado y definitivo de la violencia".
El manifiesto señala que la violencia no debe servir para justificar o impedir la búsqueda de soluciones de los problemas políticos y denuncia "los excesos" legislativos y judiciales que, en su opinión, "han vulnerado los derechos, libertades y garantías democráticas" de personas, grupos, partidos políticos, medios de comunicación y líderes políticos e institucionales.
En el apartado de 'sí al diálogo político', PNV, EA, EB y Aralar manifiestas su compromiso para impulsar un proceso de diálogo "sin exclusiones entre todos los partidos para avanzar en el acuerdo de normalización política, que abra vías de solución a un conflicto histórico de naturaleza política".
Además, señala que "ningún partido debe ser objeto de amenaza" y que todas las expresiones políticas de la sociedad "deben tener una expresión legal". "La palabra, el respeto mutuo y el compromiso con las vías única y exclusivamente democráticas, son las premisas de partida para la normalización política", defiende.
LIBRE DETERMINACIÓN
En el capítulo 'Sí al derecho a decidir', apuntan que todos los pueblos tienen "derecho de libre determinación", y, por lo tanto, el pueblo vasco "tiene derecho a decidir su futuro, a ser consultado y a que su voluntad sea respetada".
Para estos cuatro partidos, "no se pueden imponer y mantener en el tiempo estructuras políticas construidas desde la unilateralidad", ni el principio "de veto y prohibición desde la proclamación de la soberanía española y francesa como únicas fuentes de legitimidad", sino que se debe reconocer y respetar a las partes. Por ello, instan a respetar acuerdos que reconozcan la existencia de diferentes sujetos políticos.
Por último, el manifiesto afirma "que la violencia, la imposición y la prohibición" son prácticas y decisiones "sin futuro", que, "desgraciadamente", están presentes en la vida de Euskadi. Además, considera que la sociedad vasca debe ser "la principal protagonista" en este proceso y que "no existen atajos ni soluciones mágicas", por lo que emplazan a "ir dando paso a paso", sin desviarse del camino, para lograr la paz y el derecho a decidir del pueblo vasco.
La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, realizó un primer balance de los actos en el que se mostró satisfecha por la participación registrada. Además, afirmó que esta iniciativa "tan gráfica" es un primer paso de "seguir manteniendo en el tiempo un derecho a decidir" que "ha venido para quedarse entre nosotros si realmente los que han acudido a los distintos puntos de concentración siguen manteniendo" dicha apuesta.
"Espero que más temprano que tarde pueda ser posible un debate político que, desde luego, en muchos países europeos se puede plantear sin ningún dramatismo y con total normalidad", concluyó.
