Dice que, aunque la izquierda abertzale quiere "alimentar la esperanza", ETA no ha respondido a "su emplazamiento"
BILBAO, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, ha advertido de que se siguen produciendo "cartas de extorsión y amenazas" y que, por tanto, no hay que dejarse llevar "a engaño" por el comunicado de ETA porque se puede estar ante "un ejercicio de chantaje de las palabras". Asimismo, ha afirmado que, aunque la izquierda abertzale quiera "alimentar la esperanza", la banda armada no ha respondido "a su emplazamiento".
En una entrevista concedida a RNE, recogida por Europa Press, Urkullu ha calificado de "ambigua" la frase en la que ETA señala que hace meses decidió no cometer acciones armadas ofensivas y ha reiterado su "rotundidad" ante la interpretación del "buenismo que algunos pudieran pretender en relación a ETA".
El representante nacionalista ha advertido de que existen acciones, que si una organización terrorista no entiende como "acciones armadas, de carácter ofensivo", sin embargo, afectan a la "sensación" de la sociedad vasca de "seguir viviendo", por una parte, como "amenazados".
"Hay cartas de extorsión, hay amenazas, hay signos que este mismo agosto hemos vivido de intranquilidad, por lo que se ha podido percibir de violencia callejera. Con lo cual, podemos estar también sometidos a un ejercicio de chantaje de las palabras, de lo que pueda ser una especie de tregua, alto el fuego, que ni siquiera se cita de esta manera", ha señalado.
El dirigente nacionalista ha señalado que se habla de cese de las acciones armadas, pero nadie asegura que no pueda haber "acciones de aprovisionamiento, nadie asegura que no pueda haber acciones de captación de información sobre objetivos potenciales futuros". Además, ha recordado que una organización terrorista "tiene en su mano decidir cuándo actúa y cuándo no actúa, en base a la experiencia pasada".
A juicio de Urkullu, la actitud de la banda armada es "ya conocida históricamente" porque supone más un "reto" para la sensibilidad ideológica de la izquierda abertzale que para el resto de partidos o el conjunto de la sociedad, que está "muy madura y muy escarmentada".
El líder del PNV, que ha manifestado, en todo caso, que siempre es mejor que no haya "bombas", ha afirmado que, por mucho que se quiera "alimentar la esperanza" desde "voces" de la izquierda abertzale, "no responde al emplazamiento" de ese mundo porque en el comunicado no se hace referencia a un alto el fuego indefinido y verificable como se "reivindicaba" hace "escasos días" desde ese colectivo. "Nada de esto se plantea", ha señalado.
Sobre la actitud que se debería adoptar tras el comunicado de ETA Urkullu ha recordado que su partido en octubre de 2005 hizo público un pronunciamiento sobre cuál debería ser la estrategia de cara a un final dialogado de la violencia y, por otra parte, en relación a un proceso de normalización en la convivencia, las relaciones políticas y en lo que hace referencia a las demandas "legítimas" de las formaciones políticas.
CAUTELA
Tras indicar que para el PNV esa estrategia "sigue vigente", ha manifestado que, por mucho "alivio" que se sienta porque ETA haya anunciado que no va a cometer "acciones armadas ofensivas", no hay que "dejarse llevar a engaño". "No dejemos llevarnos por la ilusión que puede generar esa frase, seamos cautelosos", ha apuntado.
Urkullu ha afirmado que la sociedad vasca "no debe nada a ETA", sino que es la organización terrorista "la que debe a la sociedad, la deudadora con la sociedad vasca". "Por lo tanto, nada de aplaudir, lo que estamos es exigiendo que dé el paso definitivo de un comunicado en el que anuncie el cese definitivo", ha señalado.
El dirigente nacionalista ha señalado que su partido está dispuesto a hablar "con todas las sensibilidades ideológicas" en lo que es un "ejercicio de política, que corresponde exclusivamente a las formaciones políticas" de cara a la búsqueda de la normalización.
En este sentido, cree que el comunicado de ETA supone una "vuelta atrás" en los postulados del conjunto de la izquierda abertzale, que en 2004, diferenciaba "a quién correspondía hacer política y a quién no corresponde hacer política".
"ETA en el comunicado se autoerige también como interlocutor político para una negociación con el Estado español, para negociar los mínimos democráticos y eso es lo que absolutamente rechazamos", ha apuntado.
Preguntado por si cree que EA, la izquierda abertzale y Aralar pueden configurar una 'marca blanca' de cara a las próximas elecciones municipales y forales, ha descartado esta posibilidad, por lo menos, en lo que hace referencia a Aralar.
"Es obvio, es conocido que hay un movimiento entre la ilegalizada Batasuna con EA, de una sinergia de fuerzas, que también puede tener una derivada en un planteamiento electoral, pero no me consta, al contrario, que afecte este propósito a Aralar", ha señalado.
