El Congreso avala el envío de 511 soldados y 40 guardias civiles, que costará 100 millones al año
MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados avaló esta tarde el envío de 511 efectivos más a Afganistán, que irán acompañados de otros 40 guardias civiles, con el único voto en contra de IU. En su comparecencia, la ministra de Defensa, Carme Chacón, explicó que el nuevo despliegue de 511 soldados y 40 guardias civiles en Afganistán costará 100 millones de euros al año. Además, reconoció que la de Afganistán es la "más dura, compleja y arriesgada misión en la que ha participado España durante los 21 años" de misiones internacionales, y habló de "escenario altamente arriesgado de conflicto y guerra"
El acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros el pasado viernes y avalado hoy por el Congreso contempla el despliegue de tres equipos operativos de asesoramiento y enlace (OMLTs, en sus siglas en inglés), una unidad de maniobra, protección y apoyo logístico, y un contingente de refuerzo a los cuarteles generales de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) de la Alianza Atlántica, bajo mandato de las Naciones Unidas. La entidad total de este contingente no podrá superar los 511 efectivos.
Asimismo, se prevé el envío de personal de la Guardia Civil dedicado a la formación e instrucción de las fuerzas de policía afganas, incluyendo la organización en su caso de un equipo policial operativo de asesoramiento y enlace (POMLT). Este contingente no podrá superar los 40 efectivos.
En su comparecencia, Chacón apuntó que estos soldados trabajarán sobre todo en formación, capacitación y adiestramiento del Ejército Afgano. Agregó que España "va a contribuir de una forma más que notable a la formación" de dicho ejército, y concretó que España formará "uno de cada 20" nuevos soldados afganos, hasta llegar a unos 2.000.
La previsión del Estado Mayor de la Defensa es que los nuevos efectivos se incorporen a partir de marzo (a Qala-i-Naw), y el resto lo hará "en función de las necesidades aliadas en lo que queda de año". "El ejército afgano tiene 100.000 efectivos y la policía 97.000. El objetivo es que a finales de este año haya 143.000 en el ejército y 107.000 en la policía. Se quiere que a finales de 2011 alcancen los 305.000 efectivos en total, y que en dos años se incremente más de un 60 por ciento. Ese es el reto que tienen los aliados por delante", explicó.
Por su parte, la Guardia Civil ya tiene 18 efectivos en aquel país, y Chacón adelantó que está previsto que durante febrero 24 agentes se integren dentro de la Gendarmería Europea. El resto del personal se desplegaría con posterioridad, y todos ellos tendrán el apoyo de un grupo de 16 militares. A juicio de la ministra, el incremento del contingente es "coherente" con la nueva estrategia acordada por los aliados y con la labor de España en los últimos años. España tiene ahora 1.068 efectivos en el país asiático.
APOYO AL INCREMENTO DE EFECTIVOS
A la hora de pedir el apoyo al nuevo despliegue, Chacón reconoció que la de Afganistán es la "más dura, compleja y arriesgada misión en la que ha participado España durante los 21 años" de misiones internacionales, y habló de "escenario altamente arriesgado de conflicto y guerra". En cualquier caso, insistió en que se trata de una misión amparada por la ONU.
Explicó también las prioridades de la misión dentro de su nueva estrategia de 'afganización', entre las que destacó trabajar por el bienestar de la población afgana, impulsar la reconstrucción y el desarrollo, proteger a la población, facilitar la gobernabilidad, que las fuerzas afganas vayan asumiendo la seguridad a todos los niveles, reducir las víctimas civiles, considerar la dimensión regional del conflicto y la interrelación con los países vecinos, siempre "conscientes de que la solución no puede ser estrictamente militar".
La ministra aprovechó para recalcar que a partir de marzo ya no habrá vehículos BMR en Afganistán, puesto que serán sustituidos por los nuevos blindados RG-31 gracias a una inversión de 321 millones de euros. Además, recalcó que ningún soldado va a esta misión con menos de 18 meses de formación -física y mental-, al tiempo que reconoció que aunque el Gobierno hace "todo lo necesario, nadie puede asegurar una protección total de los soldados".
Asimismo, recordó que la misión le costó a España 1.550 millones de euros en 2009. Además, comparó el gasto por soldado al año del Gobierno del PP, que cifró en unos 80.000 euros, y lo que invierte el Ejecutivo socialista, que es 341.760 euros por soldado. "Un salto espectacular, pues es 4,7 veces más invertido en seguridad", apostilló.
Este nuevo envío contó con el apoyo de todos los grupos excepto IU-ICV. Su portavoz en la Comisión, Gaspar Llamazares, pidió una estrategia clara de retirada de tropas españolas para que los afganos "sepan que nos vamos". "Ninguna operación de legítima defensa justifica la ocupación de un país, y lo que estamos haciendo es fomentar el terrorismo en Afganistán en lugar de combatirlo", planteó el diputado.
Por su parte, el diputado de CiU Jordi Xuclá apostó por una afganización "sin tapujos" y puntualizó que más de hablar de fechas de retirada habría que hablar de "prorrogación de mandato". José Ramón Beloki (PNV), por su parte, brindó su apoyo "indiscutible" aunque no "ciego".
La portavoz del PP, Beatriz Rodríguez Salmones, pidió claridad en el gasto y en la seguridad de las tropas, y esperó que Defensa cumpla su compromiso de que en marzo ya no queden vehículos BMR en Afganistán. También votaron a favor el PSOE y la diputada de UPyD, Rosa Díez.
ÚLTIMO ATENTADO: 12 KILOS DE EXPLOSIVO
Por otro lado, Chacón explicó a los diputados lo ocurrido en el atentado del pasado 1 de febrero y que acabó con la vida del soldado John Felipe Romero Meneses y provocó seis heridos. Acerca de estos últimos, apuntó que sólo queda ingresado el soldado Daniel Hostina, si bien "su evolución es favorable y es posible que en muy pocos días sea dado de alta".
Después de las primeras observaciones y las investigaciones de los expertos en desminado, la ministra señaló que se ha determinado que el artefacto utilizado para atentar contra los militares españoles era de "plato de presión y con unos doce kilos de explosivos", de manera que contaba con "elevada potencia y gran capacidad de destrucción".
