Dice que "él siempre ha pretendido que estuvieran", incluso cuando "amenazaban a sus correligionarios en las instituciones"
BILBAO, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Interior, Rodolfo Ares, calificó hoy de "miserables" e "intolerables" las acusaciones del portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, quien ayer aseguró que la detención de Arnaldo Otegi y otros dirigentes en la operación contra la nueva cúpula de Batasuna es una actuación de quienes "no quieren que ETA desaparezca" y le recordó que "él siempre ha procurado considerarlos como interlocutores en todo momento, y se sentía muy cómodo a su lado".
Para Ares, la de Egibar, pretendiendo que la izquierda abertzale esté presente en las isntituciones resulta una reclamación "muy razonable con su coherencia" porque "él siempre ha pretendido que estuvieran, incluso en los momentos más claros en que cada día, en cada institución, no sólo jaleaban y amparaban la violencia terrorista, sino que amenazaban a sus correligionarios en esas instituciones".
Según el jefe de la Ertzaintza, resulta "evidente" que la operación contra la nueva cúpula de Batasuna es "una decisión que ha adoptado la Audiencia Nacional y habrá que esperar a que Garzón dé toda la información de la que dispone, pero cuando un juez ordena las detenciones como las que ha ordenado, es evidente que tiene datos suficientes como para detenerles".
A su juicio, "todo apunta" a que los arrestados "estaban reconstituyendo la Mesa de un partido ilegal para intentar seguir hacer actividad política apoyando, como era en el pasado, las políticas que venían a dar soporte y respaldo a la actividad terrorista".
En una entrevista a Onda Vasca, recogida por Europa Press, Ares consideró "evidente" que, quien desee desmarcarse "definitivamente" de la violencia debe "ponerlo de manifiesto con toda claridad". "Es evidente -agregó- que muchas de las personas que han sido detenidas, las más conocidas, todo el mundo en Euskadi sabe que en ningún caso han manifestado la voluntad de desmarcarse definitivamente de la violencia", agregó.
Según el consejero, lejos de ello, "lo que permanentemente han intentado, a lo largo de toda su trayectoria política, alguna muy larga, es buscar subterfugios para intentar seguir en las instituciones para defender y amparar la violencia terrorista desde ahí".
"Esto es algo que no se puede hacer, porque nuestra legislación es una legislación garantista, cuando se ponía en duda si esta ley de partidos era garantista o no, deberían leerse la sentencia del Tribunal europeo de Derechos Humanos, que dice que no es sólo garantista, sino absolutamente necesaria para defender la democracia", dijo.
Ares se refirió a quienes vinculan la ilegalización de la izquierda abertzale con el interés de los denominados partidos constitucionalistas de mantener la mayoría en la Cámara vasca, una interpretación, a su juicio, "absolutamente interesada".
"Es lo que viene a decir el señor Egibar, diciendo que con eso se distorsionan mayorías, que lo que está planteando es que necesita al mundo de los radicales abertzales en la política para poder contra con ellos para formar Gobierno", explicó.
Según Ares, a Egibar "nunca le ha preocupado que esas personas se reorganizaran como quisieran para defender la violencia desde las instituciones" y ha estado "siempre muy cómodo con su presencia en las instituciones". "Pero -añadió- hay algunas declaraciones que no se pueden tolerar. Es una infamia decir, como ha dicho el señor Egibar, que quienes han detenido a estas personas o han tomado la decisión de su arresto no quieren que ETA desaparezca".
Recordó que tanto la Guardia Civil como la Policía y la Ertzaintza, los jueces y los políticos amenazados son "lo más interesados en acabar con ETA". "Que no es precisamente la situación del señor Egibar, que nunca ha tenido ningún problema con los que forman pare del entorno de ETA. Al revés. Él siempre ha procurado considerarlos como interlocutores en todo momento y se sentía muy cómodo a su lado cuando claramente se demostraba que seguían amparando y justificando la violencia terrorista", censuró.
Para el responsable vasco de Interior, "hay declaraciones que son inaceptables, intolerables y que Egibar haga este tipo de declaraciones, le retratan. Realmente son unas declaraciones miserables".
SIN COMPARACIONES
A su juicio, no es "comparable" la actitud mostrada por Egibar y con las conversaciones y reuniones que representantes del PSE y de la izquierda abertzale hayan podido mantener, en el pasado, con dirigentes de la izquierda abertzale.
"Yo siempre he tenido una actitud clara en relación al mundo de ETA y con el mundo de quienes amparaban y justificaban la violencia terrorista. Hubo una oportunidad para intentar acabar definitivamente con la violencia, pero ya sabe cuál ha sido la actitud del PSE y cuál ha sido la actitud del señor Egibar", censuró.
También rechazó que las detenciones de los dirigentes de la izquierda abertzale hayan pretendido 'retirar una generación' de ese entorno porque 'ya no vale'. "No es un problema quitar una generación", apuntó.
A su juicio, la operación responde a la decisión de un juez "que en democracia todo el mundo debería respetar, al menos hasta conocer todas las informaciones". "Yo, desde luego la respeto", agregó.
BUSCAR SUBTERFUGIOS
Ares insistió, no obstante en que "todo el mundo en Euskadi sabe que el señor Otegi y otros dirigentes de la izquierda abertzale o Batasuna, han tenido todas las oportunidades para desmarcarse definitivamente de la violencia y no lo han hecho". "Estoy absolutamente convencido de que los que estaban intentando era buscar mecanismos y subterfugios para seguir haciendo lo mismo que hacían antes. Y eso en democracia no se puede tolerar", reiteró.
Por esta causa, censuró de nuevo a Joseba Egibar por creer "lamentable, terrible, inadmisible y miserable" que "siga diciendo que tenían que estar", una reclamación "muy razonable con su coherencia" porque "él siempre ha pretendido que estuvieran, incluso en los momentos más claros en que cada día, en cada institución, no sólo jaleaban y amparaban la violencia terrorista sino que amenazaban a sus correligionarios en esas instituciones".
"Porque hay que recordarlo. Esta gente, en los Ayuntamientos, en las Juntas Generales, han tenido comportamientos de amenaza a los que formaban parte de partidos democráticos en Euskadi, han estado amparando y justificando la violencia a lo largo de estos años, buscando siempre cambios de sillas para seguir haciendo lo mismo", concluyó.
