AMPL.- Gallegas.- Feijóo promete "suplir" a Fomento si gana y asumirá el coste del AVE entre Lugo y Ourense

Actualizado: sábado, 10 enero 2009 19:02

Da por "cumplida" su palabra de que "no traicionaría las señas de identidad" del PPdeG y cree necesario el cambio "más que nunca"

LUGO, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Partido Popular de Galicia y candidato a la Presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se propuso hoy "suplir" al Ministerio de Fomento si gana las próximas elecciones autonómicas del 1 de marzo y, así, anunció que la Xunta de Galicia asumirá el coste de las obras del AVE entre Lugo y Ourense si él es presidente.

"Luego ya le pasaremos la factura, pero la Xunta hará el AVE entre Lugo y Ourense", proclamó en un mitin en Lugo para abrir la precampaña en Galicia, al que asistió el presidente del PP, Mariano Rajoy, y alrededor de 2.000 militantes y simpatizantes del partido, según la organización.

De este modo, abogó por "sustituir" al departamento que dirige Magdalena Álvarez ante sus reiterados incumplimientos con la comunidad gallega ya que, según razonó, el AVE entre las capitales lucense y ourensana es básica para comunicar las provincias interiores, por lo que el PP la va a "asumir, comenzar y terminar".

Feijóo se mostró optimista de cara a las gallegas ya que a los populares "le sobran" ganas y razones para volver a gobernar. En este sentido, compartió con los analistas que este 2009 "no será un buen año" en materia económica pero expresó su convencimiento de que el presente ejercicio dará "al menos dos buenas noticias".

NECESIDAD DE CAMBIO "MÁS QUE NUNCA"

"Terminaremos una etapa y comenzaremos una nueva", sentenció, convencido de que la sociedad reclama el cambio político "más que nunca". En esta línea, enfatizó que el año ha comenzado con "pesimismo y desconfianza" debido a la destrucción de "600 puestos de trabajo diarios" y, por eso, apuntó a las autonómicas como una "oportunidad" para "dar un giro" a la política económica y social en Galicia.

No obstante, para conseguir este objetivo reclamó al partido "trabajar más, convencer más y comunicar mejor" y a la ciudadanía la animó a que participen en las autonómicas "con la misma ilusión, interés y determinación" que los americanos en las últimas elecciones de Estados Unidos que dieron la victoria a Barack Obama.

Previamente, Feijóo criticó con dureza la gestión del bipartito, que calificó como una "pesadilla" y al que atribuyó "un cambio, pero a peor". Entre otras pruebas de esta "decepción", citó la crisis, las listas de espera o que en la mayor parte de los ayuntamientos no se pueda construir.

También acusó a socialistas y nacionalistas de "duplicar" los "defectos" del anterior Gobierno 'popular' así como de "paralizar" sus "aciertos", y censuró "la doble burocracia de un doble gobierno" y "la miopía del bipartito por no saber ver ninguna propuesta del PP".

"RETROCESO"

Para Feijóo, esta legislatura ha significado además "retroceso" en todos los ámbitos y, de forma concreta, aludió a la "ideologización" de la educación, a la "politización" de la cultura, al "negocio político de los nacionalistas" que supuso el concurso eólico, o a la falta de garantías democráticas del voto emigrante.

A las "carencias" de la Xunta sumó la falta de compromiso del Gobierno central y, al hilo de esto, formuló varias preguntas al presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, que mañana visita Ourense. Concretamente, le pidió que conteste "por qué engañó con la crisis" o "por qué comprometió el pleno empleo y, sin embargo, España tiene cinco puntos más de paro que Estados Unidos".

"Por qué comprometió hacer el AVE y no puso ni una sola travesa y por qué permite que más de 300.000 personas --los emigrantes-- no puedan votar en urna", completó, y pidió a Zapatero que "dé la cara".

Por todo ello, ironizó con que la credibilidad de los socialistas "se pasea por el puente del río Miño construido por el ingeniero José Blanco", en alusión a una de las principales asignaturas pendientes en la capital lucense.

Frente a esta "falta de compromiso" con Galicia, Feijóo se comprometió a "trabajar a tope" para superar las dificultades, reto para el que se ve "con energías". Al respecto, opinó que las autonómicas son una "oportunidad" para ello y, tras recordar que hace 20 años el PP de Manuel Fraga inició "la primera modernización" de Galicia, se propuso comenzar la segunda tras el 1-M.

"Vamos a cambiar el espectáculo por la gestión, la división por la unidad", proclamó y, en este sentido, reclamó "no dar carnets de buen y mal gallego", como hizo el bipartito, a su entender.

Al hilo de esto, erigió al PP en el partido que "más se parece" a Galicia y, así, reivindicó el galleguismo de esta fuerza política, que ve "claramente enraizada con la identidad gallega". "Galicia es un sentimiento, una forma de ser español", resumió, y dio por "cumplida" su palabra de que "no traicionaría las señas de identidad" del PPdeG.

En todo caso, reconoció que éste "no fue un camino fácil" porque "unos querían que estuviésemos más a la derecha y otros más a la izquierda". También consideró que se ha dado cumplimiento a la renovación del partido desde que él asumió la Presidencia del mismo y, al respecto, sentenció que es "el más renovado" de los partidos con representación en el arco parlamentario.

BARREIRO

Por su parte, el presidente del PP lucense, José Manuel Barreiro, agradeció la "presencia masiva" de militantes y simpatizantes populares incluso "venciendo" las inclemencias meteorológicas. "Igual que el 1 de marzo venceremos y daremos el primer paso para salir del pozo en que nos metieron los socialistas con la complicidad de los nacionalistas", continuó y, tras referirse a Galicia como "la cuna del PP", se mostró convencido de la victoria electoral de los populares con mayoría absoluta.

"Porque somos más y mejores", expuso a modo de justificación, y reivindicó la necesidad de que el PP gane las autonómicas para "devolver la serenidad y la ilusión" a Galicia y a España. Frente a la filosofía de los populares de "ir con la verdad por delante", Barreiro colocó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que, subrayó, "falló" en sus pronósticos de crecimiento económico y elevó el número de parados a más de tres millones de españoles, situación que tildó de "drama nacional".

"O no tiene sangre o la tiene congelada, o no le importa este país", dijo de Zapatero y, tras censurar su "hipocresía", cuestionó su legitimidad para gobernar España. También acusó al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, de "reírse" los lucenses en la visita que el socialista efectuó ayer a la ciudad de las Murallas. Como ejemplo de ello, puso la "paralización" del nuevo Auditorio, del puente sobre el Río Miño o de la Autovía Lugo-Santiago.

En todo caso, se dispuso a dar "un paso firme" en las autonómicas a través de la victoria electoral y resolvió que este será "el primer cimiento" para que Rajoy llegue a presidir España. "Porque el país no aguanta más", concluyó.